Unas sevillanas de los Cantores de Híspalis dicen aquello de "se perdieron tantas cosas y que ya no volverán"... Pues algo así está empezando a pasar (quizás por la crisis) en la Feria de Córdoba con las recepciones oficiales, que no es que se hayan perdido completamente, pero sí es verdad que ha desaparecido el frenesí caterinesco de hace algunos años. En ediciones pretéritas, los lunes a mediodía no había agenda (ni estómago) con capacidad para aguantar la retahíla de invitaciones, convites o recepciones (nombre que queda más fino) a los que había que hacer frente.

Este año la cosa ha sido mucho más liviana y llevadera. Solo cuatro convocatorias se contaban, que además se repartieron entre mañana y tarde, a las que habría que unir el encuentro municipal con los mayores. Este fue la que abrió ayer la espita de la jornada. A las 13,30 (más o menos) empezaron a ocupar su asientos los 275 invitados en representación de los 14 centros de convivencia de mayores que hay en la ciudad, más la residencia Guadalquivir. La concejala responsable del área, Blanca Córdoba, aseguró que se ha "hecho una recepción de la misma calidad un 60% más barata, pues de 9.000 euros del año pasado, hemos pasado a 4.400".

Minutos más tarde, los responsables de Procono TV hacían su recepción. Sobre las tres de la tarde, políticos, sindicalistas, empresarios, fuerzas del orden, periodistas y demás representantes de la sociedad cordobesa se dieron cita en la caseta de la prensa, en la que ejerció de anfitrión Manuel Fernández, y donde los asistentes se entregaron a la tertulia y a un abundante condumio, que como viene siendo habitual, acabó con un arroz.

La sesión nocturna se la repartieron la Asociación de Cofradías e Izquierda Unida, que se encargaron de echar el cierre a las recepciones del lunes de Feria.