Si el concejal Rafael Jaén pusiera un circo este año, quizá no le crecerían los enanos, pero seguro que se le mojarían. Y es que no ha fallado ni una. Fiesta popular que comienza (Semana Santa, Cruces, Patios y Feria), agua que te crió. Y encima, agua que ni sirve para beber, porque no llena embalses, ni deja beber todo lo que no es agua.

El caso es que la Feria comenzó con mañanas lluviosas, tanto la del sábado como la de ayer, domingo. Chaparrones tan intensos como cortos, lo justo para arruinar toda fiesta. De hecho, el sábado se registraron solo 5 litros, mientras que ayer, pese a las tormentas, truenos, rayos, centellas y hasta algún granizo, el agua caída fue de 5,5 l/m2.

Sin embargo, el arranque de la Feria ha sido impresionante, con la práctica totalidad de las casetas llenas la noche del sábado. Había fresquito y rebequitas, que tras la ola de calor de la semana pasada también se agradecían. De hecho, la caseta de Entrevarales no fue la única que cerró la madrugada de ayer a las 6, el máximo plazo que da el Ayuntamiento para terminar la fiesta en las carpas.

LA VIDA SIGUE IGUAL... Curiosamente, de noche (y a pesar de la portada es la más pequeña desde que se acordó hace años tener una misma entrada en todas las ediciones e ir aumentándola cada vez), es cuando más se nota que en la Feria no hay muchos cambios, pese a los objetivos que se había marcado el nuevo gobierno municipal. Las casetas que casualmente están cerradas para los socios siguen estando cerradas tan casualmente , las carpas con ritmos discotequeros no salen del boom, boom, boom ni al mediodía, las tradicionales de toda la vida siguen con su atractivo y, en todo caso, se notan más casetas--restaurante . Y el botellón , seamos realista, solo ha cambiado de nombre oficial por el de "concentración juvenil", porque la noche del sábado y madrugada de ayer era todo un espectáculo el Balcón del Guadalquivir con miles de jóvenes con sus bolsas de plástico, sus litros y, como si fuera un suelo estrellado, lazos luminosos e intermitentes de colores, sin duda el juguete de este año, que en cada Feria hay uno de moda.

...PERO NO DEL TODO Sin embargo, el feriante de pro sí que puede encontrar diferencias respecto a años pasados. Y seguro que más aún a partir del miércoles, cuando vuelva el calor y haya que pasear por la calle de Enmedio, que este año está sin toldos ni pulverizadores de agua para bajar la temperatura. Se supone que es por cuestión de los recortes. Y eso que, aunque parezca mentira, también hay algún recorte que beneficia a todos en la Feria. Por ejemplo, las casetas que ponen precios más populares que en años pasados o esas otras que se desviven por captar asistentes. Nunca se han visto antes tantos ganchos en las esquinas de las calles del Real ofreciendo descuestos en consumiciones. Incluso, como reconocía a este periódico el concejal Rafael Jaén, los artistas (que este año los hay de categoría, pero que como todo el mundo sufren la crisis) han bajado su caché, lo que ha permitido contratarlos para la Caseta Municipal.

Otro cambio este año es que ya por fin, y no como en la Feria del 2011, se ven en El Arenal a los concejales de Unión Cordobesa, y particularmente a su presidente, Rafael Gómez, que ayer mismo se dirigía a la caseta de Puerta Nueva.

Pero, sobre todo, y hablando de cambiazo, están las recepciones. Hay menos y con bastante menos alegría y canapés, comenzando por la copa (no recepción: copa a secas) que el Ayuntamiento ofreció la noche inaugural a las instituciones y colectivos sociales de la ciudad, uno por cada entidad, y no fueron muchas. De hecho, este año el Ayuntamiento solo conserva una de sus tradicionales recepciones: la que de a los mayores, que para este colectivo es mucho más que una recepción: es el inicio de un día de fiesta en El Arenal que no suelen poder permitirse y que esperan con ilusión.

NI WIFI, NI TELEFONO También hay algunas cosas más que han cambiado este año: no hay cámaras de seguridad, hay más policías de paisano que nunca y del anunciado servicio de wifi gratis... no he visto a nadie con ordenador en la Feria. Eso sí, la telefonía móvil se desplomó la madrugada del sábado y era imposible llamar desde El Arenal. Y todo eso con el peligro que conlleva quedarse sin móvil en la Feria, después de dos décadas de habernos acostumbrado a no preocuparnos si nos perdíamos del grupo, porque siempre tenemos la posibilidad de usar el teléfono. ¿Seríamos capaces hoy en día de vivir una feria como la de antes, cuando había que fijar una caseta de referencia por si alguien quedaba descolgado de los amigos?

En todo caso, manténganse a la escucha, cuiden la cobertura y carguen las pilas y baterías, que llegan días importantes de Feria, que cada año los lunes y los martes van ganando en bulla . No va a llover más, según la Aemet, y esta noche está el reto de entrar en el Libro Guinnes de los Récord con el mayor número de parejas bailando sevillanas. La cita es a las 21.00 horas, en la Caseta Municipal.