Feria de Córdoba

Coros rocieros, un canto de alegría y eterna juventud en la Feria de Córdoba

Cerca de una treintena de agrupaciones musicales han protagonizado hoy el tradicional pasacalles con destino al recinto ferial

Los coros rocieros ponen la banda sonora al Arenal

Manuel Murillo

David Jurado

David Jurado

Los coros rocieros han puesto hoy la banda sonora a la Feria de Córdoba. Hasta 26 agrupaciones han derrochado su arte y talento por las calles de la ciudad en el tradicional pasacalles y, posteriormente, en el carrusel de actuaciones que se ha celebrado en la Caseta Municipal.

La Torre de La Calahorra ha sido el punto de encuentro del pasacalles que ha recorrido las calles de Acera del Arrecife, plaza de Santa Teresa, y la avenida del Campo de la Verdad para, una vez pasado el puente del Arenal desembarcar en el recinto ferial. Un recorrido corto pero que el calor de hoy ha hecho interminable para muchas de las integrantes. "Venimos caldeando", ha señalado la componente de uno de los coros "Este año no nos han dado ni una botellita de agua, que ya tenemos una edad y hace mucha calor", ha sentenciado

Toñi, del coro del Centro Cívico Fátima, que recibe el mismo nombre de la Asociación La Jara, también ha echado en falta la falta de agua durante el camino. "Y muchas nos hemos puesto el traje de manga larga pensando en que haría fresco". Pero no ha sido así. Hasta 34 grados marcaba el termómetro cuando llegaron al Arenal y guardaban cola.

Día de convivencia y actuaciones

A las 14.00 horas, el pelotón de coros que recorría las calles se convirtió en una 'serpiente multicolor' ante las puertas de la Caseta Municipal, donde sus miembros han formado una interminable cola a la espera de ser nombrados por megafonía para ir entrando en la zona de recepciones, donde se ha celebrado la jornada de convivencia.

La alegría ha sido la nota predominante. "Aquí no hay rivalidad entre nosotros, todo es buen ambiente", ha indicado la portavoz del coro Sol y Luna Amalia Marín. Una agrupación que este año cumple la mayoría de edad.

Y con la cara radiante de felicidad ha esperado Manuel Gracia, integrante del La Alegría del Reina Sofía, el momento de subir al escenario de la Caseta Municipal para hacer lo que más les gusta. "Este coro nació de antiguos empleados del hospital, que nos juntábamos en una habitación y cantábamos para alegarnos el día". Y ahora lo siguen haciendo, 15 años después, pero para un público más amplio.

El relevo generacional es algo que afecta a casi todos los coros. "A la gente joven no le atrae este mundo, que sólo nos trae un 'gastaero' de dinero y muchos 'berrinches'", ha indicado Amalia Marín. Aún así, siempre hay gente como el joven Ángel Dobao, que hoy ha acompañado con su guitarra a las mujeres del coro La Morenita de Córdoba. "Me da mucha alegría ver los contentas y lo bien que se lo pasan en cada actuación. Son una lección de vida para todos", ha reconocido. "Y tú también nos das mucha vida y nos haces muy felices", le ha correspondido una de las integrantes. Una auténtica familia unida por el cante rociero.