Feria de Córdoba

Martes de Feria en Córdoba... y vida extra en El Arenal

La lluvia de la mañana no diluye las ganas de fiesta en un recinto ferial donde reinó el sol al mediodía. Cuando ha llegado la tormenta al anochecer estaba ya todo el pescado vendido

David Jurado

David Jurado

Cuando todo indicaba que la lluvia iba a diluir la fiesta en la Feria de Córdoba, el sol ha salido con fuerza al mediodía para secar los charcos y sacar a la gente de sus casas rumbo al Arenal. Los responsables de las casetas se han temido lo peor cuando han visto que las únicas mesas ocupadas eran las de las reservas de cenas de empresa. "Esto tiene un lado positivo, y es que la gente está más tiempo en la caseta y hace más gasto", ha comentado un camarero que desafiaba la lluvia para atraer clientes a la caseta del Club Calerito.

A primeras horas del mediodía ha sido casi impracticable poder andar por El Arenal sin mancharse los zapatos o los bajos de pantalones y trajes de gitana con el agua sucia de los charcos o los manchurrones de albero. Por eso las pocas mujeres que han vestido de faralaes andaban a cámara lenta y con sus vestidos remangados hasta las rodillas. Sus acompañantes no han ido más ligeros, sosteniendo con una mano el paraguas para cubrirse y la otra ocupada sosteniendo el móvil para informar a amigos y familiares que llegaban tarde a la cita.

La concejala de Transformación Digital, Lourdes Mohedano, ha sufrido en primera persona el inconveniente de ir vestida de faralaes al Arenal. Ha sorteado como ha podido los charcos y no ha podido hacerlo con todos, por lo que ha acabado con los pies mojados. Además, ha constado que en el recinto ferial el tiempo transcurre en otra dimensión. Por eso la puntualidad es una quimera. Ha sido la primera en llegar a la recepción organizada por el sindicato UGT en su caseta, que estaba prevista a las 14.00 horas. Y la única durante la media hora posterior.

El problema es que "en la Casa del Valle los Pedroches están dando jamón del bueno", le ha dicho por lo bajini un amigo que venía de allí. Efectivamente, la recepción que hoy ha organizado la citada asociación ha sido la primera parada, al ser la más tempranera ( a las 13.30 horas), de muchas autoridades políticas, que se han deleitado con los ibéricos y han pospuesto para más tarde sus compromisos.

Del frío de la mañana se ha pasado a un calor sofocante por la tarde. "Niño, vamos al coche a soltar las chaquetas y los paraguas", le ha dicho una joven con dulzura a su pareja. "Querrás decir que vaya al coche a soltar las cosas", le ha contestado en un tono que demuestra el grado de enamoramiento. Y ha enfilado el camino al parking mientras ellas seguía charlando a la puerta de la caseta.

De los huecos de la recepción de UGT, con la lluvia de por medio, se ha pasado al lleno absoluto de la celebrada en la caseta La Despechá por parte del PP, con el sol ya brillando en todo lo alto. "¿Llego a tiempo para el arroz?", ha preguntado nada más llegar al recinto la que fuera alcaldesa de Priego María Luisa Ceballos tras acabar su jornada laboral en Sevilla y tomar el AVE rumbo a la capital. Hubo arroz para todos.

Y quién iba a decir que las discocasetas tendrían una vida extra para volver a protagonizar una jornada de éxito. Han sido el punto de encuentro para todos los grupos de amigos y almuerzos de empresa que hoy se han dado cita en el Arenal. Este ha sido el caso de Pablo Jiménez que, junto a sus compañeros de una empresa de instalaciones eléctricas, cruzaban las puertas de El Portón. "Lo malo es que el jefe viene también y no deja de controlar. Y mañana (por hoy) toca trabajar, y encima aquí de guardia en la Feria, porque estamos al cargo del mantenimiento del recinto ferial", ha indicado.

Y cuando ya estaba todo el pescado vendido el cielo se ha teñido de negro, han aparecido los relámpagos, los truenos y una fuerte lluvia. Pero, afortunadamente, los feriantes estaban ya en retirada. Cuando ha vuelto el agua a mojar El Arenal poca gente transitaba por sus calles, pocos carruajes se veían y los pocos que quedaban estaban a resguardo en las casetas.