En toda Feria de Córdoba las novedades copan los titulares para esa pequeña-gran historia que es el ciclo festivo en El Arenal. Sin embargo, no le falta razón a la concejala María Antonia Aguilar cuando afirma que si hay que buscar una novedad en esta edición es «la propia feria», especialmente si se piensa en los dos años de ausencia de la fiesta debido a la pandemia y las ganas de los cordobeses por recuperar este evento.

Sin embargo, y más allá de lo dicho, la gran novedad para retomar la fiesta en El Arenal será este año el reacondicionamiento de la calle del Potro, la que separa la zona de casetas de las de atracciones en la calle del Infierno, que ha ido aumentando su anchura desde el traslado de la Feria a El Arenal en 1994, hasta convertirse en un espacio sin uso (al menos sin uso cívico) e, incluso, una zona de inseguridad entre ambos sectores de la Feria.

Al respecto, a últimos de abril se anunció que por fin se terminaba la primera fase de reacondicionamiento de este espacio, pensado para su disfrute también a lo largo de todo el año, con nuevo pavimento, una serie de bancos, arbolado y un muro de separación permeable para aumentar la sensación de confort y seguridad, algo en lo que el Ayuntamiento ha invertido 887.775 euros.

La remozada calle del Potro, entre la zona de casetas y la calle del Infierno. FRANCISCO GONZALEZ

La intervención forma parte de un proyecto mayor propugnado por la Asociación de Casetas Tradicionales, compartido en parte por órganos como el Consejo del Movimiento Ciudadano y asumido por el Ayuntamiento, pero que, sin embargo, supone una inversión final de siete millones de euros. La buena noticia, si se cumple el plan, es que ya está en marcha la segunda fase de cara a la Feria del 2023 de intervenciones en la zona, que crearía una red de evacuación de aguas pluviales, luz, agua y saneamiento y que, por lo tanto, ya comenzaría a aliviar los costes de los colectivos que montan las casetas en El Arenal.

En todo caso, y en vista de que hay que seguir esperando a estas reclamaciones de colectivos que no son ni mucho menos nuevas, también hay novedades en esta Feria de la post-pandemia, como la modificación de las líneas especiales de Aucorsa que, después de muchos años sin variar en esa excepcionalidad anual que es el periodo de Feria, permiten atender a zonas de expansión de la ciudad que han venido incrementando exponencialmente su vecindario en un periodo reciente.

Una de las paradas de los servicios especiales de Feria, ‘ataviada’ para la ocasión. FRANCISCO GONZALEZ

Más aún. No deja de ser novedad la vuelta de grandes conciertos como los programados para esta edición (Fito y Fitipaldis, Paco Candela y Melendi), junto a una novedad con ánimo de tener continuidad: la primera Velada Flamenca de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, a celebrar la noche del martes, día 24, a cargo de Esperanza Fernández y el bailaor Hugo López. Una cita que puede abrir un nuevo ciclo dentro de la Feria que muchos aficionados echaban de menos, y que desde hacía décadas no han podido disfrutar en este entorno festivo.

Los visitantes de El Arenal en esta Feria también podrán ver cambios que, sin embargo, a buen seguro no les gustarán tanto: hay menos casetas, 87 en concreto, solo dos más que las que existían en La Victoria en 1993, todo ello después de que ocho casetas que, en principio iban a estar, renunciaran a montar sus carpas este año. Y es que la pandemia y su crisis socioeconómica, además de obligar a suspender dos ediciones de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, aún le ha dejado a la fiesta un cierto covid persistente. Se trata del aumento de costes y la inflación, la desaparición de empresas proveedoras en este periodo, la crisis de abastecimiento de materiales... Y si a eso se le une que las ferias de Sevilla y Jerez, de donde se reutilizan mucho material, se han celebrado tarde, pues bastantes pocos colectivos han renunciado en esta arriesgada Feria 2022. En todo caso, la organización ha reordenado a toda prisa espacios para ajustar las bajas registradas, por lo que el visitante encontrará un aún más amplio espacio entre la Caseta Municipal y el resto de casetas, salvo por las carpas de Trabajadores de Cosmos y El Tentadero de Copas, que mantienen viva la calle Cristo de los Faroles, mientras que otras notables ausencias (Círculo Juan XXIII, Federación de AAVV Al-Zahara o CNT) han sido suplidas mediante una reordenación de urgencia para evitar calvas en el entramado de carpas. Capítulo aparte han sido fórmulas como la de la veteranísima caseta de la Peña Fosforito, que tras el revés del incendio que sufrió su carpa en 2019 y sumadas las dificultades de este año, compartirán espacio con la caseta del Partido Popular, al comienzo de la calle Guadalquivir.