La tranquilidad del primer día libre en la concentración de la selección se alteró con la peor de las noticias posibles. El coronavirus entró en la burbuja de la Ciudad del Fútbol y afectó a un futbolista tan importante como el capitán Sergio Busquets, trasladado inmediatamente a Barcelona, mientras que el resto de sus compañeros quedan confinados a ocho días de su estreno en la Eurocopa.

Los 24 internacionales habían comenzado la mañana realizando un test PCR para la disputa del segundo y último amistoso de preparación de la Eurocopa, el martes en Butarque ante Lituania. Pese a que disponían del día libre, algunos se entrenaron en el gimnasio en la mañana y Adama Traoré apuraba su recuperación de los problemas musculares con los que se sumó a la concentración.

Algunos compartieron un buen rato en la zona de juegos y todos juntos se marcharon a comer a un restaurante cercano a Las Rozas, localidad donde se encuentra concentrada la selección en la ciudad deportiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Seis días después de haberse iniciado la concentración, nadie temía por un resultado positivo en los test.

A primera hora de la tarde saltaban todas las alarmas y la selección recibía la peor de las noticias. Un jugador había dado positivo y los 23 restantes negativos. Todos, más el cuerpo técnico encabezado por el seleccionador Luis Enrique Martínez, quedaban aislados en sus respectivas habitaciones al regresar de la comida.

"La RFEF lamenta comunicar que su capitán Sergio Busquets ha dado resultado positivo en el último test PCR que se le ha realizado esta mañana en la concentración de la Selección nacional en Las Rozas. El resto de los integrantes de la concentración, han resultado todos negativo", informó la Federación pasadas las 22:00 horas.

Las primeras decisiones en unas horas repletas de incertidumbre fueron comunicar al técnico de la sub-21, Luis de la Fuente, que debía dirigir el partido amistoso del martes ante Lituania en el estadio de Butarque y volver a convocar a jugadores de los que acaban de ser eliminados en el Europeo de su categoría en semifinales, para que no se cancele el encuentro.

"Los servicios médicos de la Federación han adoptado todas las medidas necesarias ante un caso de estas características de acuerdo con los protocolos que marcan tanto el Ministerio de Sanidad como la UEFA, de modo que el futbolista ha abandonado la concentración en un vehículo medicalizado", informó el comunicado.

Los futbolistas se someterán a nuevos test para estudiar al detalle la evolución individual de cada uno. Hasta doce de los 23 que permanecen concentrados y aislados en sus habitaciones, ya han superado en una ocasión la covid-19 durante esta temporada.

Mientras, la Federación no descarta oficialmente a Busquets para la Eurocopa pese a la situación en la que queda el jugador y, de momento, Luis Enrique no ha decidido un sustituto. "Se valorarán próximamente las medidas deportivas oportunas en función de la evolución del capitán de la Selección nacional". El jugador deberá permanecer aislado durante diez días, entrenando de manera individual, y posteriormente deberá someterse a nuevos tests PCR, como marca la UEFA, para determinar si puede volver al grupo.

El resto de internacionales, "aislados por prevención", pasarán a entrenarse de manera individual en la Ciudad del Fútbol bajo "rutinas de entrenamientos personalizadas" que les facilitará el cuerpo técnico vía móvil. La preparación de la Eurocopa queda gravemente afectada y no podrán jugar el segundo test en el que Luis Enrique iba a probar a los futbolistas que no jugaron ante Portugal, en la que será única prueba antes del debut en la Eurocopa el 14 de junio.

La Federación ha suspendido todos los actos que estaban planificados para el lunes en la Ciudad del Fútbol, dos eventos con patrocinadores y la presencia de cuatro jugadores más la rueda de prensa de Luis Enrique, así como todas las entrevistas de internacionales con medios de comunicación.

El cambio de protagonistas del partido del martes en Butarque, provoca que la RFEF anuncie que devolverá el dinero a todo aquel aficionado que no quiera acudir a presenciar el encuentro que jugará la sub-21 o rebajará un 20% el precio a los que acudan al estadio.