La Asociación Cultural Taurina de Montoro, que preside Lorenzo Galán, ha reconocido a Francisco Ruano Valiente y a su esposa, Marisol Ferrer Pérez, por su gran vinculación con la tauromaquia en la ciudad. Este homenaje coincide con el cierre definitivo de su bar, conocido como María Valiente, un establecimiento con 102 años de historia, que fundaron los abuelos de Francisco, Martín Valiente del Rosal y María Olaya Serrano, en 1918.

Situado en la emblemática Plaza de El Charco, la segunda generación fueron los padres de Francisco, María Valiente y Manuel Ruano. Luego fueron Francisco y su hermano Martín los que continuaron con este bar, aunque luego lo dividieron en dos espacios diferentes.

En bar María Valiente eran famosos antiguamente los zorzales asados y ha visto pasar un siglo de historia de Montoro. Antiguamente también tenía unas botas inmensas y era una vieja bodega donde se disfrutaba de interesantes tertulias, cuando la comunicación era mucho más directa. Pero sobre todo destaca el paso de grandes artistas, como Máximo Valverde o Joselito, y toreros, como Manuel Benítez El Cordobés, Manuel Díaz El Cordobés, Juan Serrano Finito de Córdoba, Rafael González Chiquilín, Espartaco, Antonio José Galán, etcétera. También ha sido un bar que ha colaborado con los empresarios del coso montoreño, ya que en él se vendían las entradas de los diferentes festejos, así como excursiones. Este domingo será el último día de este museo de la tauromaquia montoreña.