La Hermandad del Cristo de Medinaceli de Pozoblanco celebró el viernes y ayer sábado los actos en honor de San Bartolomé, con mucha afluencia de vecinos y visitantes.

Fue en la calle que lleva el nombre del santo y junto a la parroquia igualmente de San Bartolomé. En la noche del viernes tuvo lugar la quema del tradicional corcho al que se le prende fuego y que hay que saltar mientras está ardiendo. Una forma de honrar al santo apostol que antaño organizaba la cofradía que lo tenía como titular. El presidente de la Hermandad del Cristo de Medinaceli, Fulgencio Ranchal, ha destacado el buen ambiente de la fiesta y «como los padres inculcan a sus hijos esta tradición».

Ayer por la mañana hubo juegos como carreras de huevos, de cintas en bicicleta y de sacos. Algo más llevadero gracias a los toldos colocados para dar sombra. Los niños tuvieron también talleres de pintacaras y una gymkana y al mediodía hubo paella gratis para todos.

Por la tarde fue la misa de San Bartolomé y por la noche la verbena con actuaciones musicales. Los asistentes contaban con servicio de bar y venta de churros, dulces como hojuelas o buñuelos y se pusieron a la venta arropías de caramelo.

Fulgencio Ranchal agradeció a todas las personas que acudieron a la verbena en la que hubo una tómbola solidaria y se realizó una rifa para obtener fondos con los que arreglar la cubierta de la parroquia. Una celebración ligada a un barrio señero de Pozoblanco.