El salón de actos del Real Jardín Botánico de Córdoba se llenó ayer de abrazos, besos y regalos de bienvenida entre los 27 niños y jóvenes recién llegados en autocar de las zonas próximas a Chernobyl y sus familias cordobesas de acogida.

Las familias participantes con este tercer y último grupo del año 2019 (el primero llegó a Córdoba el 7 de junio y el segundo, el 24 de junio), pasarán con ellos el próximo mes, con el objetivo de reducir el nivel de radiación que aún sufren los niños, cuatro generaciones después del desastre nuclear sucedido en Chernobyl en 1986. Para muchos de ellos no es la primera vez que visitan la ciudad. «Yo llevo trayendo niños desde hace casi veinte años», dijo Carmina Sánchez, expresidenta de la asociación Anida, colectivo responsable del proyecto. «Vuelven a venir, te encariñas de ellos y ellos también de ti», afirma. En el acto de recibimiento, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y la presidenta del Jardín Botánico, Laura Ruiz, acompañaron al actual presidente de la asociación Anida, Mariano Pérez de la Concha, quien agradeció la involucración de las familias y el apoyo del alcalde. «Con el 20 aniversario estoy disfrutando de muchas de las actividades que se están haciendo, en un programa especialmente extenso», dijo refiriéndose a la Semana Europea de la Movilidad (del 16 al 22 de septiembre) y al campamento para niños oncológicos que comenzó el 24 de junio en Cerro Muriano. Una dieta mediterránea y el sol son básicos para los niños que vienen a Córdoba estos días.