Anoche Bodegas Campos, y con ella la sociedad cordobesa, rindió un homenaje a Francisco Campos Espinosa, «el alma» de las Bodegas. Paco, para sus numerosos amigos, o tío Paco, para su amplia familia, ha dedicado toda su vida a ese establecimiento de hostelería, incluso desde su Málaga de adopción, donde creó El Pimpi. Ambos son una referencia en las dos ciudades, gracias a la manera de enfocarlos por parte de una persona que tuvo claro que los negocios se sustentan en una identidad propia y un saber hacer, debiendo devolver a la sociedad lo mucho que ésta les ha aportado. No en vano creó la Fundación Bodegas Campos, cuyo presidente es Javier Martín, y que ha realizado multitud de eventos, siendo la Cátedra de Gastronomía de Andalucía uno de los más conocidos. Bodegas Campos y El Pimpi comparten su vinculación con la cultura. Para ello se rodeó de intelectuales como Pablo García Baena. De hecho, en el acto tuvo lugar la presentación del Cuadernillo de los Campos, que recoge los escritos del Premio Príncipe de Asturias sobre los Campos, en particular del homenajeado. Por ello, Luis Ortiz agradeció el detalle por parte de la familia del poeta. La edición ha estado a cargo del poeta malagueño Rafael Inglada, que anoche destacó la relación de García Baena con Francisco Campos. Por su parte, Francisco Jimenez Romero, presidente del consejo de administración de Bodegas Campos, le agradeció su dedicación a la entidad y Mariló Muñoz Ariza le entregó la Veleta de Plata, emblema de la Fundacion Bodegas Campos.