El doctor Pedro Aljama -gaditano de nacimiento, cordobés de adopción e internacional por sus conocimientos científicos- se acaba de jubilar, tras 40 años de vínculo con el hospital Reina Sofía y después de haber sido jefe de nefrología del complejo sanitario desde 1986 hasta hace unas semanas. Recientemente ha recibido un pequeño homenaje (aunque queda pendiente uno más protocolario) de los que han sido sus compañeros, algunos más veteranos y otros pertenecientes a las nuevas generaciones del hospital. Sin embargo, a sus 70 años, a Pedro Aljama le queda mucho por hacer y que aportar, como él mismo asegura, por lo que continuará como profesor emérito de la Universidad de Córdoba y también al frente de un grupo de investigación en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic).

Pedro Aljama, que es especialista en nefrología y medicina interna, recuerda que llegó al Reina Sofía en 1978, procedente del Reino Unido, donde había realizado la residencia. Se encargó de empezar a organizar las unidades de diálisis y a poner en marcha los trabajos previos al primer trasplante renal, que se efectuó en el Reina Sofía en febrero de 1979 y que sirvió de impulso para los protocolos de trasplantes del resto de órganos en años posteriores y para el desarrollo del trasplante renal procedente de donante vivo. Este especialista e investigador ha presentado además cientos de trabajos en congresos y publicado unos 200 artículos en revistas médicas especializadas.