ángel gonzález José luis godoy manuel moreno antonio gavilán blanca de la torre

“En Reto atendemos a 120 personas” “Es fenomenal, nos presta gran ayuda” “Venimos desde Alcaracejos” “Me satisface hacer esta labor social” “Esto te atrapa y cada vez vienes más días”

“En Reto atendemos a 120 personas” “Es fenomenal, nos presta gran ayuda” “Venimos desde Alcaracejos” “Me satisface hacer esta labor social” “Esto te atrapa y cada vez vienes más días”

“En Reto atendemos a 120 personas” “Es fenomenal, nos presta gran ayuda” “Venimos desde Alcaracejos” “Me satisface hacer esta labor social” “Esto te atrapa y cada vez vienes más días”

Ángel González acude al Banco de Alimentos desde la asociación Reto, que ayuda a la rehabilitación de extoxicómanos y alcohólicos. «Venimos los miércoles y jueves a recoger fruta y verdura y una vez al mes un pedido de productos perecederos», explica Ángel, que lleva cuatro años trabajando en esta asociación cristiana que atiende en Córdoba a unas 120 personas. «El 80% de lo que consumimos procede del Banco», comenta. Cuentan con cuatro pisos de acogida.

José Luis Godoy llega con una furgoneta a recoger alimentos para la Asociación Nueva Frontera, que cuenta con un centro de acogida donde atienden a unas 20 personas. «Nos dedicamos a la reinserción de personas con problemas de alcohol, drogas, ludopatías, indigentes», cuenta Godoy, que no sabe cómo agradecer al Banco de Alimentos toda la ayuda que les presta. «Es fenomenal, se porta muy bien con nosotros». Acuden los miércoles y jueves a la recogida.

“En Reto atendemos a 120 personas” “Es fenomenal, nos presta gran ayuda” “Venimos desde Alcaracejos” “Me satisface hacer esta labor social” “Esto te atrapa y cada vez vienes más días”

“En Reto atendemos a 120 personas” “Es fenomenal, nos presta gran ayuda” “Venimos desde Alcaracejos” “Me satisface hacer esta labor social” “Esto te atrapa y cada vez vienes más días”

Desde Alcaracejos acude al Banco Manuel Moreno Viso. «Venimos un compañero y yo en una furgoneta prestada y llevamos los alimentos a la Iglesia, donde se reparten a través de la asistenta social del Ayuntamiento, que sabe a quién les hace falta». Manuel Moreno explica que se desplazan a la capital una vez al mes «y cuando nos llaman porque llegan pedidos». Con lo que recogen se atiende a unas 25 familias «que no tienen medios para vivir dignamente».

Antonio Gavilán Poveda es voluntario del Banco de Alimentos. «Distribuyo el material necesario para la Gran Recogida, desde bolsas, cajas, etc. que vienen desde Madrid», explica, y añade que acude a la oenegé «cuando me necesitan, a veces hasta todos los días de la semana». Y así desde hace cuatro años, cuando se jubiló, pues «tengo demasiado tiempo libre y me satisface desarrollar aquí una labor social». Explica que llegó al Banco por conocidos.

Blanca de la Torre es ingeniero técnico y está en paro. Y mientras encuentra o no trabajo, ha quedado atrapada en el Banco de Alimentos. «Esto te absorbe tanto, te atrapa, y cada vez vienes más días», explica esta voluntaria que hace de todo en el Banco de Alimentos, desde reparto de frutas y verduras, a recogida de alimentos en los supermercados o la coordinación del concierto benéfico de la Orquesta de Córdoba. «Hay muy buen ambiente y son todos muy competentes, se trabaja muy bien».

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