Transmitir sentimientos y emociones a través de marchas procesionales y, simultáneamente, describir cómo funciona una banda fueron los objetivos del primer concierto didáctico para adultos organizado por el director de la Escuela Municipal de Música, Salvador Balaguer. En él participaron la treintena de componentes de la Banda Mellariense de Cornetas y Tambores que, con edades comprendidas entre los 9 y los 45 años, han trabajado duro bajo la dirección musical de David Alvarez y Francisco Segovia, así como los 73 miembros de la Banda Municipal de Música que tienen entre 12 y 20 años y cuyo director es el propio Salvador Balaguer. Apoyándose en temas como Cristo del Amor, Virgen del Valle, Cristo de la Agonía, Sentencia de Cristo o Caridad del Guadalquivir, Balaguer relató la historia de las marchas, recordando al primer compositor cordobés, Eduardo Lucena. Describió las partes de que constan y su denominación, además de solicitar la colaboración de un voluntario para explicar cómo trabaja un director, sentar a otros entre los músicos para que comprobaran cómo éstos escuchan sus interpretaciones u oírlas con los ojos cerrados, gesto que realizaron la alcaldesa, Silvia Mellado, el sacerdote Rafael Prado o los ediles Cristian Damián y Javier Montero. Fueron muchas emociones pero la mayor la consiguió Salvador Balaguer cuando dedicó Dulce nombre de María a su madre.