Antes del pasacalles la joven Azahara Márquez, que toca el requinto en la banda, explicaba que "hay que participar para dar vida con la música a este acto". A su lado, Lidia Cáceres, con sus 10 años y su pandereta, quería "ir a la plaza, a cantar y a bailar". Para eso, y "para divertirse", acudió vestida de Mamá Noel Marta Alejandre, de seis. Y como "le gusta mucho la Navidad", ahí estaba el pastorcito de dos añitos Antonio Miguel Blázquez, no muy lejos de Rafaela Obrero, quien a sus 79 dijo que "voy a cantar porque tengo ganas, me gusta el cante y el baile". Son una pequeña muestra del grupo de mellarienses que alegraron las calles cantando villancicos y que, a su llegada a la hoguera encendida en la plaza Lope de Vega, aplaudieron a otros que también cantaron y bailaron mientras que la propia alcaldesa, Silvia Mellado, y los concejales Cristian Damián, Rafael Delgado, Javier Montero y Luisa María Rodríguez repartían vasos de chocolate, vino de pitarra y productos de cerdo asados a la parrilla. Más tarde, la hoguera reunió y unió a los que mantenían aún las ganas de cantar. Ellos pusieron el broche a una iniciativa que nace para "dar un ambiente navideño a Fuente Obejuna, para que los vecinos tengan una actividad para divertirse" y "transmitir a los más jóvenes nuestra manera de entender la Navidad, para recuperar tradiciones como el aguinaldo y los villancicos" explicó Silvia Mellado.