Durante doce días, el escultor cordobés Marco Augusto Dueñas ha impartido en la Escuela de Arte Sacro, de Florencia (Italia), un curso a trece alumnos invidentes. Los que han participado en el mismo han sido seleccionados entre un centenar de candidatos de todo el mundo.

Comenta el escultor que "la experiencia ha sido muy gratificante, ya que en estos talleres he podido comprobar que la falta de vista no supone un obstáculo para el arte". La Escuela de Arte Sacro ha querido innovar en materia formativa para comprobar hasta dónde podrían ser capaces de llegar los artistas a los que les falta el sentido de la vista y el resultado ha sido realmente espectacular. Comenta Dueñas que "los alumnos, de diferentes países europeos, han sabido transmitir desde el cerero, con el tacto, así como analizar y modelar con sus propias manos".

Añade que también han realizado visitas a museos como Bargello y Uffizzi para tocar con sus propias manos las obras más importantes de la historia europea. A Dueñas le ha sorprendido la habilidad y capacidad de concentración de las personas que no tienen la posibilidad de ver con los ojos, "pero sí con el alma", poniendo de manifiesto la energía que es capaz de desarrollar cada ser humano cuando es capaz de reconocerse a uno mismo. Dueñas expondrá también en Pietrasanta en la muestra Homo Raber, junto a Botero y otros artistas.