El tradicional baratillo de Adevida dijo adiós después de un fin de semana marcado por el tiempo desapacible que mermó las expectativas de venta de los puestos instalados. Ayer por la mañana, coincidiendo con la misa rociera, vieron en parte compensada la falta de público de los días previos. Según Anabel Mialdea, portavoz de Adevida, "el tiempo ha influido negativamente" si bien indicó que nadie se ha ido con las manos vacías. La plaza de toros, cedida por la sociedad propietaria para este evento benéfico, según Mialdea, volvió a acoger el evento, en el que se sortearon más de un centenar de muñecas y una bicicleta, que el ganador (boleto premiado, el 5.446) deberá recoger en la sede de la entidad. El primer festival benéfico organizado con motivo del baratillo también se vio afectado por la escasez de público, lo que obligó el sábado a suspender el acto. "La familia Cortés montó en su lugar un sarao en el que disfrutamos todos", explicó la portavoz de Adevida. Entre las entidades participantes, la sensación ayer era agridulce. "La cosa ha estado floja, en general, se ha vendido menos que otros años", se lamentaban en el puesto de las Adoratrices, una asociación que durante todo el año trabaja para confeccionar todo tipo de artículos de bebé con los que obtener fondos para atender a mujeres sin recursos durante la gestación y el parto y poder ofrecerles formación integral.