El 19 de agosto del año 14 fallecía en Nola (Italia) Cayo Octavio Turino, César Augusto. El pasado martes se cumplieron dos mil años de la muerte del primer emperador de Roma, el que más tiempo ocupó el reinado del Imperio, un gobernante divinizado y adorado por el pueblo romano que influyó de forma decisiva en la configuración de la civilización occidental.

Para conmemorar este acontecimiento, el Ayuntamiento de Monturque puso en escena una representación teatralizada bajo el nombre de La Noche Augusta para recordar la figura del emperador y divulgar el patrimonio cultural romano de la localidad, especialmente el conjunto monumental de las Cisternas, una construcción de ingeniería hidráulica romana, en excelente estado de conservación y la de mayor capacidad entre las conservadas en la península Ibérica.

Se realizó un desfile con todos los personajes de la familia augustal, desde el emperador, su esposa Livia, sus hijos y el séquito de senadores y pueblo romano que le veneraba. En este orden de cosas cabe destacar asimismo que la comitiva recorrió varias calles de la localidad hasta llegar al yacimiento de Los Paseíllos, donde se degustó una copa de vino de rosas en honor al emperador Augusto ante la recreación del Ara Pacis, el monumento a la paz propiciada por Augusto durante su reinado.