Ayer en plena rueda de prensa en el Ayuntamiento de Córdoba, el concejal socialista Francisco Alcalde tuvo que interrumpir su intervención porque un móvil sonaba insistentemente sin que los presentes identificaran la procedencia del sonido. Alcalde estaba tan entregado a su alocución que tardó en percatarse de que el teléfono que no dejaba de incordiar no era otro que el suyo.