Una semana con dieta especial. Las Jornadas de Nutrición Hospitalarias, que celebran estos días su cuarta edición, ha permitido a los pacientes ingresados llevarse a la boca una comida que a buen seguro no les ha sabido a hospital. Si el lunes fue la estrella Michelín y directora técnica de la Escuela de Hostelería de Córdoba, Celia Jiménez, la encargada de diseñar el menú de los enfermos, y les ofreció un gazpachuelo caliente de rape y langostinos, ayer fue el turno de otra estrella Michelín, Kisco García, que ideó para ellos un gazpacho de tomate verde con tomate cherry, un bacalao confitado con cremoso de patata y una macedonia de fruta natural. Según la jefa de Servicio de Alimentación, Calidad y Seguridad Alimentaria del hospital, Teresa Justo, lo que más sorprendió al cocinero es la gran cantidad de menús que se confeccionan a diario en un hospital. Unos mil almuerzos distribuidos en cuarenta tipos de dietas distintas ajustadas a las necesidades específicas de los pacientes. El de ayer, según Teresa, solo era apto para el 60% de las personas ingresadas. "Los cocineros presentan al equipo de dietistas su propuesta de menú para que ajusten los ingredientes a la mayoría, pero siempre hay un porcentaje de enfermos con necesidades demasiado específicas". Todos los menús han sido elaborados por los cocineros del hospital, que hoy además, serán los encargados de inventar: Su propuesta, judiones con perdiz.