La gran pasión de Manuel Diana, Rabito, es la Banda Municipal de Música, una institución que se cruzó en su camino hace casi 50 años. Desde entonces, pese a estar limitado por su sordera, ha tocado el bombo y los platillos en miles de piezas. Además, su omnipresencia, su labor callada e infatigable y su disponibilidad sin límites le han hecho acreedor del respeto y cariño de sus compañeros. Sin lugar a dudas, quien luce con tanto orgullo este uniforme, es digno merecedor del homenaje que ahora se le tributa en Aguilar.