Una casa solariega datada en el 1904 y desde hace 30 años frecuentada por muchos parroquianos al abrir sus puertas como Bar Diablo, desvela ahora un hallazgo científico o paranormal: un rostro humano, bien definido por ojos negros, barba y algo de melena, una imagen bien conformada sobre una de las paredes de un pequeño sótano abovedado y misterioso ya que la pared del fondo puede ser una puerta cerrada a un tunel. El sotano se encuentra bajo un gran salón de este establecimiento, antiguo patio de la casa, y se accede por una empinada escalera.

Este descubrimiento ya ha sido bautizado con el nombre de 'El Cristo de El Diablo'. Y efectivamente se corresponde a la iconografía tradicional de un Cristo, según dice el cronista oficial e historiador Manuel Muñoz Rojo.

Ahora se abre una etapa para la investigación científica con la empresa Geofísica del Sur, que ya ha iniciado estudios preliminares que adivinan el paso de un venero por el subsuelo de este inmueble y una sala o túnel junto al sótano actualmente tapiado. La leyendas que circulan por Palma hablan de una red de túneles; otros apuntan a cauces de arroyos que unían el Guadalquivir y el Genil.

'El Cristo de El Diablo' ya ha llamado la atención del radiestesista Juan Selfa, que con un péndulo dictamina que "este lugar es un centro de energía".

Enrique y Javier (padre e hijo), ambos 'El Diablo' por mote familiar, no dudan al afirmar que "es un rostro". Enrique Muñoz, 'El Diablo', adquirió esta casa a la familia Lopera, de reconocida tradición católica; también se recuerda que en Palma del Río se hablaba del tesoro de Delfín Lopera. Con anterioridad, esta casa fue comercio de espartería y guarnecería; la calle era punto de entrada de arrieros.

Javier 'El Diablo', al frente del establecimiento familiar, narra que al acometer una obra y bajar al sótano descubrió la imagen sobre la pared. Su padre reconoce que él sabía de su existencia desde la compra del inmueble y cuenta que "hay mucha humedad, incluso se inunda. Aprovechando la humedad aproveche cultivé champiñones".

La curiosidad ha sido más fuerte para su hijo que ha decidido compartir el hallazgo y encontrar respuestas.