Tiempo hace desde que los chiquillos ahorrábamos unas perras gordas para gastarlas alquilando una bicicleta durante un cuarto de hora o media hora. Así ocurría en las décadas de los 50 y los 60 del siglo pasado cuando todos los domingos llega- ban a Fuente-Tójar desde Zamoranos el Tío del Bigote y Joselito El Pipero con un par de bicicletas para tal fin. ¡Qué gran disfrute aquél!, pues gozábamos pedaleando aquellos cacharros.