Si otrora sorprendió a propios y extraños por su originalidad, ahora decepciona por su mal estado. El callejero alternativo, que imita los letreros de las calles, está de pintura caída, que no sería muy buena, porque la lluvia ha hecho que la impresión quede desvaída y sea difícil de leer. Si el Ayuntamiento acordó no eliminarlo, que lo elimine o lo repare, pero así solo parecen paredes ensuciadas.