Apenas un cuarto de hora. Eso es lo que duraron ayer los casi mil molletes, con su aceite de oliva virgen extra y su poquito de tomate, que la denominación de origen Priego de Córdoba había preparado para dar la bienvenida a los visitantes de la segunda jornada de Agropriego. Eran las diez y media y eso da una idea del exitazo del evento, pero también del hambre que había a esas horas.