¿Alguien duda de que el vino mantiene una relación especial con el cante, de que ambos se disfrutan mejor cuando van unidos? Pocos, seguro. Pero si quedaba alguno habrá dejado de hacerlo tras el espectáculo Aroma, verso y compás, comunión de sensaciones , que se ofreció anoche en el salón Liceo del Círculo de la Amistad organizado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla--Moriles. Un espectáculo de tres horas en el que participaron un guitarrista, una bailaora, cinco cantaores y 19 poetas.

El coordinador del proyecto es Luis Navarro, un montillano afincado en Sevilla de raigambre vinícola que ya había realizado algo similar en la salutación del vino nuevo que cada año organiza la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla, aunque en esta ocasión el espectáculo ha sido más completo. Navarro señala que "la iniciativa es de la Peña Cultural Flamenca la Fragua de Bellavista (Sevilla), que mantiene una relación muy estrecha con los poetas de la Institución Literaria Noches del Baratillo y han hecho muchas actividades que combinaban el flamenco con la poesía. Entonces a mí, aprovechando esa afinidad, se me ocurrió meter el vino. Hicimos un experimento sensorial con 32 poetas, a los que se les hizo escuchar simultáneamente cante flamenco y se le dieron a probar vinos de Montilla--Moriles. Ellos valoraron cada combinación e hicimos un análisis estadístico de esas respuestas". Y así se estableció que la seguiriya, por ejemplo, mantiene un maridaje especial con el amontillado y el fino con la soleá. El que quiera que lo pruebe. Anoche lo hicieron más de trescientas personas en el Círculo de la Amistad. Y fue todo un éxito.