En la plaza Juanito Maravillas, lugar de gran actividad, existieron --y los menos llegamos a conocer-- tres marmolillos como el que aparece en la foto, cuya finalidad era impedir el acceso de los carros a la plaza. De una altura de 1,10 metros eran un atractivo para los pequeños y jóvenes que se retaban a saltarlos. El tercer hombre de la foto era Pedro Jarones; al fondo, una niña se pasea descalza en plena calle.