Tan cansada estoy de ver cosas arrastradas (por algo me muevo reptando), que la jornada de ayer en el centro de los hermanos de la Cruz Blanca le devuelve la fe a una. Hacía meses que no veía en un acto benéfico y desinteresado a tantos políticos, sobre todo del Ayuntamiento, y coincidir en armonía a los líderes de los tres grupos municipales. Para que luego digan que no hay milagros en Navidad.