Me acerqué ayer al periódico para ver cómo respondía el técnico blanquiverde, Lucas Alcaraz, las preguntas de los lectores de CORDOBA. Tal fue la avalancha de mensajes para el entrenador granadino que, en plena faena, quedó bloqueado el ordenador que tecleaba. Eso no había ocurrido ni con los alcaldables durante las últimas municipales. El poder del fútbol o el tirón de Alcaraz.