Menudo revuelo se montó ayer por la mañana en la Delegación del Gobierno de la Junta cuando la delegada, Isabel Ambrosio, dio un tropezón, perdió el equilibrio y cayó por la escalera. El golpe fue tal que se temió que fuera algo más grave hasta el punto de llamar a una ambulancia. Afortunadamente la cosa quedó en un susto que se saldó con un esguince y un poco de reposo.