La calle Nueva, en el barrio alto ruteño, vive un día grande en los pasados años cincuenta. Es mayo y espera el paso de la procesión de la Virgen de la Cabeza. La vía se ha engalanado con banderitas y las vecinas han sacado sus macetas a la calle. Incluso un pequeño espera a La Morenita con su traje de primera comunión. La imagen muestra una calle desnivelada entre aceras, empedrada y sin peanas.