Ayer falleció en Córdoba el joyero José González Espaliú, padre del desaparecido artista cordobés Pepe Espaliú. Su funeral se celebrará hoy, a las 11.00 horas, en la parroquia de San Miguel. Había nacido en Sevilla el 27 de enero de 1927. Estudió el Bachillerato en el colegio jesuita de la ciudad hispalense durante unos años difíciles, en los que tuvo que trabajar con su progenitor en la joyería que éste tenía en la calle Sagasta. A principios de la década de los años 50 del pasado siglo se instaló en Córdoba, donde fue muy bien acogido por la familia cordobesa Gómez de Ahumada, que facilitaría su gestión en la ciudad, junto a su padre, en sus entrañables inicios en la calle Crucifijo, 6 (barrio de La Magdalena) y más tarde en el polígono industrial de La Torrecilla, dos empresas que acogieron a más de 200 trabajadores. En la Córdoba de los años 50 y 60, González Espaliú rompe el convencionalismo de una Córdoba platera ensimismada en sus viejos moldes. Gran diseñador y dibujante, su trabajo revolucionará la joyería cordobesa. Tuvo siete hijos de su primera esposa, uno de ellos Pepe Espaliú, fallecido no hace mucho tiempo, que había heredado de su padre esa señal o carácter del buen artista. De su segunda esposa, Birthe, de nacionalidad danesa, con la que se casó en 1972, tuvo una hija. Por su buen hacer en el mundo de la platería va a ejercer durante tres años la presidencia del gremio de joyeros de Córdoba (finales de los años 80). Fue una persona muy querida dentro y fuera de este ámbito y con un gran concepto y amor hacia su familia. Le apasionaba la lectura, sobre todo los temas históricos, en especial las biografías. Muy sensible hacia el mundo de la poesía, ha dejado algunos poemas sin publicar. Descanse en paz este sevillano que tanto amor le tuvo a Córdoba, su tierra de acogida. JOSE CRUZ