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Fiesta del 12 de octubre

Las Fuerzas Armadas desfilan en Madrid con Abascal ausente, Salvador Illa presente y los abucheos a Sánchez alejados 100 metros

La trigésimo octava celebración del Día de la Fiesta Nacional de España ha culminado en Madrid con la tradicional parada militar

Así ha sonado el himno de España al comienzo del desfile del 12-O presidido por la Familia Real

PI STUDIO

Madrid

La trigésimo octava celebración del Día de la Fiesta Nacional de España -desde que se instauró, por un decreto, en 1987- ha culminado en Madrid con la tradicional parada militar, este año saludada por la luz del sol, pese a que se temía lluvia, como en 2024, y con una calurosa acogida del público en el eje Atocha-Prado-Recoletos de Madrid.

No ha tenido al comienzo la importancia que otros años venía teniendo el acostumbrado abucheo a Pedro Sánchez. No porque no se haya producido, sino porque estaban más lejos del área de autoridades los grupos de alborotadores que suelen deslucir el comienzo de los actos con una sonora reprobación e insultos al presidente del Gobierno. Sánchez ha esperado la llegada de los reyes dentro de su coche oficial, cerca del punto de arribo en el Paseo del Prado de Madrid, y ha limitado la espera a pie a solo un par de minutos. Antiguamente podía durar más de un cuarto de hora esa espera, pero los pitidos y abucheos han modificado esta parte de la coreografía política e institucional de la fiesta en la calle.

Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro Esteban López Calderón, han recibido a los reyes Felipe y Letizia, y la princesa de Asturias Leonor y la infanta Sofía flanqueado solo por tribunas de invitados. Ha llegado hasta allí, no obstante, el eco de los silbidos y gritos que, cien metros más adelante, profería un sector del público.

En total 3.847 hombres y 524 mujeres, 229 caballos, seis perros, un borrego, 123 vehículos de guerra y 39 motos han pasado por el eje central de Madrid ante un numeroso público reunido en las aceras desde tres horas antes de que comenzara la parada militar.

Eso, en tierra. El desfile aéreo ha sido una incógnita durante las dos horas previas al desfile, pues un nublado muy cerrado se ha cernido sobre el centro de Madrid al comienzo de la mañana y producía rostros de preocupación entre los oficiales de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire, mirando a los nubarrones. Finalmente el descenso de la bandera de 24 metros cuadrados por un paracaidista se ha llevado a cabo, sorteando las dificultades que presentaba la brisa matinal..

La Formación Mirlo, escuadrilla de aviones Pilatus turbohélice que suceden a la ya extinta Patrulla Águila de cazas C-101, ha aparecido en los momentos culminantes de la parada aérea, y ha formado con humo de colores la bandera de España en el aire, rompiendo también así otra de las incógnitas de esta celebración: si podrían estrenarse con ese alarde, pese a lo reciente de su formación.

Illa repite

Una de las presencias más comentadas en la tribuna de invitados ha sido la de Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Catalunya, que rompe una etapa de ausencias de representación del Govern en la principal celebración de la Fiesta Nacional de España.

El president -que siendo ministro de Sanidad en plena pandemia trabó buenas relaciones con los militares- ha sido de los primeros líderes autonómicos en aparecer en los corrillos de espera del Paseo del Prado, junto a la tribuna real, departiendo con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras hacer ambos un discreto aparte, y luego con el de presidencia, Félix Bolaños, antes de saludar al resto de miembros del Gobierno.

En este edición del desfile del 12 de octubre ha habido un refuerzo de la presencia civil. No solo ha sido por la participación de funcionarios de diversos servicios de protección civil, sanidad o policías locales de diversas comunidades autónomas, también por una nutrida presencia de la Policía Nacional, que ha pasado ante las autoridades con un gran escuadrón de caballería, en parte ataviado con uniformes de 1825.

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