Acto de Junts
Puigdemont, ocho años después del referéndum del 1-O: "Dimos con la fórmula, ahora necesitamos paciencia"
El expresident asegura que sigue la "represión del Estado" contra Cataluña y denuncia que con la llegada del PSC a la Generalitat, también se hace desde "las instituciones catalanas"

El expresident y líder de Junts, Carles Puigdemont. / Zowy Voeten / EPC
Gisela Boada
"El mundo nos mira", solían repetir una y otra vez los dirigentes independentistas que, hace ocho años, impulsaron la celebración del referéndum de autodeterminación del 1-O. Sin embargo, transcurrido este tiempo, las consecuencias de aquella votación siguen pesando sobre quienes la lideraron. Muchos de ellos permanecen inhabilitados o con causas judiciales abiertas y aún esperan la aplicación de la ley de amnistía, sin que ni el mundo -ni Europa- hayan hecho, de momento, algo para evitarlo. Entre ellos, el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, actual líder de Junts, quien, en la víspera del aniversario de aquel 1 de octubre de 2017, ha participado en un acto de su partido en Cornellà de Terri (Girona), el mismo lugar donde, hace ocho años, depositó su papeleta en la urna. "Fue una victoria, dimos con la fórmula y ahora la debemos cuidar [...], necesitamos paciencia", ha declarado, aún por videollamada, ya que sigue vigente una orden de detención nacional en su contra, a la espera de que los tribunales decidan si se le concede la exoneración.
A lo largo de este tiempo, la autocrítica ha sido más una obligación que una opción, especialmente después de las elecciones de 2024, en las que el independentismo perdió su mayoría. Pero Puigdemont ha eludido los errores de esa jornada -que el secretario general de Junts, Jordi Turull, sí ha comentado en su intervención previa-, y ha asegurado que los "ingredientes" de aquella fórmula que, a su juicio, "fue un éxito", dependen de la sociedad catalana, que debe liderar también la "unidad" que había en 2017. "Funcionó porque hubo integración y transversalidad: sin mirar qué lengua habla el del lado o que religión profesaba", ha espetado Puigdemont, consciente que Aliança Catalana, la extrema derecha independentista, le pisa los talones en las encuestas con su discurso islamófobo.

Manifestación con urnas para reclamar "el cumplimiento del mandato popular del 1-O" en 2018. / FERRAN NADEU
"Ocho años de represión"
Pero no se ha referido más a ello y su principal alegato ha sido contra el Estado, al que ha acusado de llevar "ocho años de represión" contra el pueblo catalán, una ofensiva, ha apuntado, que considera que se ha intensificado desde que el PSC ostenta la Generalitat. "Siguen impidiendo que construyamos las condiciones necesarias para ser independientes, el Estado trabaja en ello y, ahora, también lo hace desde las instituciones catalanas", ha comentado el expresident de Junts, en un momento en que su partido, desde que invistió a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ha estado pactando con el PSOE cuestiones como la delegación de competencias en inmigración a Cataluña, que quedó en nada por el 'no' de Podemos. Aun así ha añadido: "No nos dan poder político para hacer posible la independencia".
Más allá de la ofensiva que considera que el actual Ejecutivo tiene contra "los catalanes", Puigdemont ha recordado como esa "represión" fue la que dificultó que ese 1 de octubre de 2017 se pudieran poner las urnas en los municipios. Así, ha vuelto a recordar y denunciar las "infiltraciones policiales" en movimientos independentistas, "los servicios de inteligencia" que espiaban a los dirigentes del 'procés', "el aparato policial" y la "campaña de la prensa española de derechas y de izquierda" contra Cataluña. "Se les ha quedado la cara del a por ellos", ha espetado, para acabar con un mensaje de esperanza: "El 1-O es patrimonio histórico de Cataluña, ese día, a pesar de querernos rendidos, les derrotamos".
Turull pide "acabar el trabajo"
Ese día, según Junts, fueron más de dos millones de catalanes los que fueron a votar en un referéndum que nunca gozó de validez legal y, por tanto, tampoco de recuento oficial. "Fue la mayor lección de dignidad humana", ha afirmado Turull en su turno, sobre aquella jornada que le costó tres años y medio de cárcel, al ser uno de los principales dirigentes que impulsaron el referéndum como conseller de la Presidència. "Durante los años en prisión no hubo un día que dejara de pensar en que debíamos acabar el trabajo", ha reconocido, tras pedir que el hecho de que "no saliera a la primera" no debe implicar una renuncia a tener "un país libre" y "ser fieles al mandato del 1-O". El secretario general de Junts, en su discurso, ha rememorado y vuelto a reivindicar aquella frase de que "el mundo nos miró" al recordar que muchos medios de comunicación internacionales -como la CNN- definieron a España como "la vergüenza de Europa" por las cargas policiales contra muchos de los catalanes que votaron ese domingo de 2017.
Durante el acto ha intervenido también el alcalde de Cornellà de Terri y presidente de la Associación de Municipis per la Independencia (AMI), Salvador Coll, que ha criticado a quienes han fundado otro partido "fragmentando" la unidad independentista, en alusión a Aliança Catalana, formación con la que ha marcado distancias, asegurando que es un proyecto nacido de la "rabia", un sentimiento, ha dicho, que "nunca podrá lograr" el objetivo de la independencia. Coll se ha pronunciado así en un momento en que los líderes municipales de Junts piden a la dirección una estrategia respecto a la relación que se debe mantener con la extrema derecha independentista.

Manifestación con urnas para reclamar "el cumplimiento del mandato popular del 1-O". Convocada por la Plataforma 1 d'Octubre en 2018. / FERRAN NADEU
Tras su discurso, varios testimonios de aquel día han compartido sus experiencias. Marta Madrenas, alcaldesa de Girona en 2017 y actual diputada en el Congreso; Natàlia Figueras, actual alcaldesa de Maçanet de la Selva y entonces diputada de Junts pel Sí; Pep Coma, alcalde de Molló; y Guillem Puig, miembro de la mesa de votación en Cornellà de Terri, donde votó Puigdemont. Todos ellos, en representación de los municipios, que jugaron un papel "crucial" en esa jornada, han ofrecido su balance de aquel episodio.
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