Cámara Baja

Sánchez se escuda en la corrupción del PP y Vox y asegura que no hay indicios de "financiación irregular" en el PSOE

Feijóo acusa al presidente del Gobierno de ser el "lobo que ha liderado la manada corrupta todos estos años"

Rufián avisa al jefe del Ejecutivo que debe tomar medidas contundentes si quiere recuperar su confianza

MADRID

Pedro Sánchez ha mantenido el mismo guion de las sesiones de control de los últimos meses, aunque mucho más bronca. En su primer día en el Congreso tras el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que vincula al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán con la trama del 'caso Koldo', el presidente del Gobierno no se ha desviado de su habitual respuesta a los ataques de la oposición: escudarse en los casos de corrupción de PP y Vox. Además, el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que en los siete años de su Gobierno no ha tenido una sola sentencia por corrupción, que el informe de la UCO tampoco apunta a la existencia de una "financiación irregular" en el PSOE y que las presuntas corruptelas de Cerdán y José Luis Ábalos son una "anécdota" en una organización "limpia".

"Los españoles, la única carta que esperan es la carta de dimisión, ¿piensa redactarla?", le ha cuestionado Alberto Núñez Feijóo al presidente del Gobierno en una intervención en la que le ha tildado de ser "el lobo que ha liderado una manda corrupta todos estos años". Y Sánchez ha respondido al contrataque: "El único adelanto que va a haber no es el de las elecciones, es el de las más que lógicas sentencia de muchos casos de corrupción, a la vuelta de verano. que afectan al PP". Y ha continuado afirmando que la "corrupción cero no existe", pero que en el PSOE "la tolerancia contra la corrupción, por supuesto, es absoluta". Un pequeño desliz que han aprovechado los populares para prorrumpir en carcajadas.

Después, el líder socialista Sánchez se ha lanzado a la enumeración de media decena de presuntos casos de corrupción que afectan a gobiernos autonómicos conservadores. "El PP es una enciclopedia de corrupción con capítulos autonómicos", ha sentenciado. Una réplica que ha elevado la tensión en el pleno con toda la bancada popular estallando en gritos de "dimisión, dimisión", obligando al jefe del Ejecutivo a interrumpir su intervención. Ante tal griterío, la presidenta del Congreso, Francina Armengol (PSOE), ha tenido que pedir a Feijóo que pusiera "orden" entre los suyos.

Un "golpe doloroso"

Sin embargo, el momento más tenso se ha vivido durante su cara a cara con Gabriel Rufián, el único momento en el que Sánchez se ha centrado en defenderse. El portavoz de ERC, uno de los principales aliados del Gobierno, ha puesto en duda que el jefe del Ejecutivo no supiera nada de los tejemanejes de Cerdán y Ábalos hasta la publicación del informe de la UCO el pasado jueves. "¿Usted quiere que nos lo creamos? Uno, jure y perjure que no estamos frente a la Gürtel del PSOE, que no veremos nunca en un papel P. Sánchez. Una buena manera sería personarse contra esta gente. Dos, vaya contra las corruptelas, contra las constructoras, inhabilitaciones de por vida para quien corrompa y multas millonarias. Y tres, que nunca más esta gente se siente en un escaño, eliminemos ya los aforamientos".

Visiblemente enfadado y con más dureza de la que ha empleado para responder a Feijóo y a Santiago Abascal, Sánchez ha saltado contra Rufián recordando que "no hay sentencia firme" y que el "PSOE ha asumido su responsabilidad y ha actuado con contundencia ante un golpe duro y doloroso". "Y si usted tiene a bien, en el informe de la UCO verá que no hay ningún apunte, ningún indicio, que mire al PSOE en cuanto a la financiación irregular", ha sentenciado. No obstante, lo que más ha molestado a Sánchez ha sido la contundencia con la que Rufián ha recordado a las filas socialistas que "la izquierda no puede robar". "No haga de la anécdota una categoría", le ha esperado el líder socialista, quitando relevancia al 'caso Cerdán'.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados. / Europa Press

La cuestión de confianza

Minutos antes, Feijóo ha insistido en que Sánchez está "profundamente atrapado en una trama de corrupción", haciendo referencia a la ya célebre frase que uso Sánchez hace un año, cuando se ausentó cinco días para reflexionar: "Soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer". Así, el líder del PP le ha pedido que abandone la imagen de "corderito degollado" y que admita que las "víctimas" son los españoles. Además, ante el reto lanzado por Sánchez de que presente una moción de censura, Feijóo ha reconocido que le faltan cuatro votos: "Si aparecen, no lo dudaré ni un instante y quién sabe si aparecerán".

Llegado a este punto, el líder de los populares ha vuelto a apelar a los socios del Ejecutivo para que respalden una moción de censura que saque a Sánchez de la Moncloa y ha confiado en que alguno de ellos acabe sumándose: "¿Saben por qué? Porque Ábalos fue el principio, pero Cerdán no será el final". Aun así, ha dejado caer que el presidente del Gobierno está "intentando volver a comprar a sus socios".

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