REVALORIZACIÓN DE LAS PENSIONES

El Gobierno explota contra el PP y Junts: "Ahora que expliquen la bajada de las pensiones"

En Moncloa apuntan más a Feijóo que a Puigdemont, para no dinamitar todos los puentes con Junts, pero en Ferraz elevan el tono contra ambos tras tumbar el decreto que revalorizaba las pensiones

La subida de pensiones y las ayudas al transporte decaen por falta de apoyo en el Congreso

La subida de pensiones y las ayudas al transporte decaen por falta de apoyo en el Congreso / Gabriel Luengas / Europa Press

El rechazo de PP y Junts este miércoles en el Congreso a la convalidación del decreto ómnibus, que incluía la revalorización de las pensiones, ha hecho revolverse al Gobierno ante su principal batacazo de la legislatura. “Me gustaría decir a los doce millones de pensionistas que vean en febrero la bajada de su pensión que fue el PP en compañía de otros y a los que mañana vean que ha subido el precio del transporte que fue el PP en compañía de otros”, arremetió el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, visiblemente irritado en los pasillos del Congreso antes de consumarse la anunciada derrota parlamentaria.

"Que lo expliquen ellos"; "que den la cara ante los ciudadanos”, cargaban otros ministros y diputados del PSOE. Fuentes de Moncloa apuntan más a Feijóo que a Puigdemont, para intentar que no se dinamiten todos los puentes con Junts, pero en Ferraz elevan el tono contra ambos. “La gente no sabe qué problema tiene Junts con el decreto”, apuntan fuentes del partido para preguntarse retóricamente si acaso “en Cataluña no hay pensionistas”.

Otras fuentes del Gobierno acusan a Junts de "bajarse del carro" sobre un decreto que, según aseguran, "estaba negociado y acordado". "Requetenegociado", enfantizan. Otra cosa, según apuntan estas mismas fuentes, es que por "circunstancias sobrevenidas" hayan decidido romper el "acuerdo". Contradicen así los argumentos de Junts sobre la falta de negociación previa de las medidas incluidas en el decreto.

Respecto a las deterioradas relaciones con los posconvergentes, justifican que hay carpetas pendientes que “no dependen de la acción del Gobierno”. Tras ello, concluyen que hay “otras votaciones trascendentales” en las que podrían posicionarse en contra, en lugar de utilizar un decreto social con el que “no deberían tener problema”.

A la espera de si el Gobierno convoca un Consejo de Ministros extraordinario para llevar por separado la revalorización de las pensiones, las ayudas a la DANA y las bonificaciones al transporte, como exige ahora Junts, desde Moncloa cargan la responsabilidad en Feijóo de la supresión de estas medidas. “El PP rechaza que se revaloricen las pensiones de doce millones de españoles, que haya ayudas al transporte público o para los afectados de la Dana”, apuntan para tildar de “lamentable que el PP persista en una oposición tan destructiva”.

Sus intereses, critican, “no son los de los ciudadanos, sino la simple supervivencia de un Feijóo cuestionado dentro y fuera de su partido”. De ahí que cuestionen que “se llena la boca hablando de Valencia, pero cuando tiene la ocasión de demostrar si la apoya tras la catástrofe de la DANA, da la espalda a los valencianos y valencianas”.

Resistencia frente a la pinza de PP y Junts

Más allá de evitar un enfrentamiento directo con los posconvergentes, aun sin esconder su enfado ni en público ni en privado, en el Gobierno insisten en su intención de resistir. En minoría y ante pinza cada vez más intensa entre PP y Junts. “Nosotros seguiremos trabajando. No vamos a dejar tirados ni a los pensionistas, ni a los usuarios del transporte público, ni a los valencianos y valencianas”, explican desde Moncloa.  

El Gobierno intentó negociar, como había previsto ya a primera hora de la mañana, “hasta el último minuto”, pero sin éxito. Lo hizo dentro y fuera del Congreso, con un “hilo” cada vez más débil con Waterloo, tras el órdago de Carles Puigdemont de suspender negociaciones hasta que no se desbloqueasen los compromisos pendientes. De hecho, los diputados de Junts no participaron en el debate sobre el decreto ómnibus, evitando así fijar posición y escenificando que todo podía pasar.

Cuando intervinieron, en el debate sobre el decreto del gravamen a las energéticas, la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, fue especialmente dura para acusar a los socialistas de “chantaje” y avanzó ya su rechazo: “Lo que pase hoy es fruto de la negligencia y la falta de seriedad del PSOE”. Los socialistas asumieron entonces su derrota parlamentaria.

La principal baza del Gobierno se centró en que ni PP ni Junts, “ningún grupo”, podía soportar la carga de votar en contra de un decreto con medidas sociales. No funcionó en esta ocasión. Una presión que se compaginó con la voluntad de avanzar en carpetas pendientes con los posconvergentes. Eso sí, señalando líneas rojas, como las relativas al control de fronteras en la transferencia de las competencias en inmigración a Cataluña. Nogueras ya había advertido antes que con ellos no funcionaría la “presión”, sino “la negociación y el cumplimiento de los acuerdos”.

Reproches de los socios

La estrategia negociadora de Junts se asumen por parte de los negociadores del Gobierno con resignación. Entre otros socios del bloque de investidura se comenzó también a recriminar en público. Desde la tribuna, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, llamaba la atención porque “la ciudadanía no debe pagar por los cálculos partidistas de unos y otros”. “Quienes hoy plantean tumbar el escudo social están haciendo daño a la ciudadanía, no al Gobierno”, concluía.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, sacó toda la artillería contra los posconvergentes, reiterando la tesis de la que viene avisando: la materialización de una “mayoría de PP, Vox y Junts. Con el fin, dijo, de “cargarse” al Gobierno progresista y sin que esta extraña alianza con Vox en la ecuación afecte a Junts por la “deriva de parte de lo que representan”.

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