Congreso PSOE

El congreso del PSOE en Sevilla pone los focos en Espadas y la división de Andalucía

El líder de los socialistas andaluces proclama que "hay Espadas para rato" tras una reunión con Pedro Sánchez de la que dijo salir "satisfecho" y con la garantía de que Andalucía tendrá "mucho peso" en la ejecutiva federal

El presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, con el andaluz Juan Espadas en Sevilla.

El presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, con el andaluz Juan Espadas en Sevilla. / EUROPA PRESS

Isabel Morillo | Patricia Godino

El PSOE andaluz, la federación anfitriona del Congreso Federal en Sevilla, ha acaparado los focos y no ha podido disimular su división interna. El secretario general de los socialistas andaluces acabó la jornada saliendo del plenario cerca de las once de la noche y asegurando: "Hay Espadas para rato". "Andalucía va a tener mucha presencia en la ejecutiva y de peso", señaló tras reunirse con el secretario general, Pedro Sánchez.

Al término de la jornada del sábado, la composición de la ejecutiva federal se atascaba por "problemas" con Andalucía, según fuentes cercanas a la negociación. Espadas estuvo reunido al final de la tarde con Pedro Sánchez dentro de la ronda abierta con todos los secretarios generales del partido. Los nombres andaluces de la ejecutiva fueron motivo de controversia. Los críticos aspiraban a que los miembros andaluces de la ejecutiva federal fueran de consenso y no elegidos únicamente por Espadas.

Mientras el líder andaluz y Sánchez departían, la vicesecretaria general María Jesús Montero y el secretario de Organización, Santos Cerdán, intervenían también para desencallar la negociación andaluza, con el jiennense Juanfran Serrano al teléfono para tratar de aliviar la situación.

Los andaluces asegurados en la ejecutiva federal son Montero, fuera de toda duda y afianzada en su responsabilidad como vicesecretaria general, Paco Salazar, Juanfran Serrano, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Ana Romero. La malagueña Maria Nieves Ramírez, de Málaga, sale de la ejecutiva.Se incorporan Jorge Gallardo, alcalde de Cártama (Málaga) y Anabel Mateos, del PSOE de Almería.

La afirmación optimista de Espadas y su seguridad contrastan con la percepción general. “Hay una cosa que está clara. Juan Espadas sale de este congreso peor de lo que entró”. La sentencia de un veterano militante de los socialistas andaluces es muy gráfica sobre lo que ha ocurrido este sábado en Sevilla.

Congreso en dos meses

La fecha del congreso regional se conocerá el lunes, cuando Espadas ha asegurado que anunciará oficialmente su convocatoria, aunque fuentes socialistas dan por hecho que el acuerdo con la dirección federal es que se celebre el fin de semana del 22 y 23 de febrero, en la antesala del Día de Andalucía, 28 de febrero.

Eso marca unos tiempos muy ajustados, menos de dos meses, en los que nadie sabe todavía decir con seguridad qué va a ocurrir. La continuidad de Espadas sigue siendo una posibilidad pero los movimientos para su relevo se aceleran, incluso entre quienes han sido sus valedores hasta este momento, como el PSOE de Jaén y el de Sevilla, que han optado por ponerse de perfil hasta que pase el congreso federal y eludieron dar su apoyo expreso al líder andaluz.

El acuerdo pasaba por contener cualquier estallido del PSOE andaluz hasta que pasara el congreso federal. Ni tocaba ni era el momento de acaparar los focos, explicaron. En eso estaban de acuerdo los afines a Espadas y quienes llevaban meses pidiendo un nuevo candidato que genere “ilusión” en la militancia. Una corriente crítica que desde que se convocó el cónclave federal en Sevilla ha ido cogiendo vuelo y ganando adeptos.

Un regalo envenenado

La elección de Sevilla debería haber sido un espaldarazo para Espadas pero se ha convertido en una losa. La jornada del sábado comenzó con la expresidenta andaluza, Susana Díaz, acaparando los focos y pidiendo un PSOE andaluz “respirable” y “habitable”, donde se pueda discrepar sin recibir "una manta de palos". También Luis Ángel Hierro, uno de los rostros de los críticos, hizo declaraciones en contra de Espadas y pidiendo su renovación. El secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, quiso elevar los decibelios del ruido interno, dejando claro su apoyo a Sánchez pero insistiendo en pedir la renovación en Andalucía.

Este clima de división se coronó con un discurso del anfitrión, presidente del Congreso de Sevilla, que se alargó durante 22 minutos y con el que Espadas desconcertó al auditorio por su extensión, falta de pulso y emoción. Al mediodía, los secretarios generales del PSOE de Sevilla y de Jaén, las provincias más importantes y con más peso en Andalucía, participaron en una entrevista conjunta en la SER donde emplazaron al lunes y al congreso regional para hablar de la federación andaluza.

En ningún momento dieron su apoyo expreso al secretario general. "Juan Espadas cogió un partido en una situación muy delicada, en la oposición después de que perdiéramos el gobierno en Andalucía y no es fácil, ha hecho una labor que yo quiero reconocer. Eso no es incompatible con que ahora cuando llegue el congreso regional decidamos los socialistas andaluces, lo que tenemos que hacer, las personas que van a dirigir ese proyecto y, por supuesto, hacia dónde tenemos que ir", aseguró Reyes.

A partir de ese momento, la tensión se disparó. Por la tarde el PSOE andaluz entró en ebullición. Por el congreso de Sevilla, en el Palacio de Exposiciones y Congresos, se pasearon afines a Susana Díaz que llevaban mucho tiempo desaparecidos de la primera línea. Los encuentros bilaterales improvisados en cada esquina eran fáciles de observar. El sevillano Paco Salazar, miembro de la ejecutiva federal en el puente de mando de Moncloa, habló a varias bandas con varios pesos pesados. El alcalde de Dos Hermanas, Paco Rodríguez, y los líderes de Sevilla y Jaén, Reyes y Fernández, se afanaron por contener el incendio y frenar el debate sucesorio con los rostros demudados. La dirección federal tampoco ocultó su enfado por el estallido andaluz. El único momento de unidad y reconciliación en Andalucía vino de la mano del homenaje del plenario a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, rehabilitados tras anular el Constitucional sus condenas en el caso de los ERE.

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