Sumar elige a Enrique Santiago para la comisión de secretos oficiales en lugar de a su nueva portavoz

Sumar confirma la elección del diputado de IU Enrique Santiago como su portavoz en la comisión de secretos oficiales del Congreso, en lugar de su flamante portavoz parlamentaria, Verónica Martínez Barbero. Este órgano parlamentario está tradicionalmente integrado por los portavoces de los grupos, pero en esta ocasión Sumar le cede a IU este papel, tal como avanzó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica.

Así lo ha confirmado la propia Martínez Barbero en rueda de prensa este martes, donde ha admitido que lo "tradicional" hubiera sido ocupar él ese puesto, que antes ocupó el exportavoz Íñigo Errejón, dimitido en octubre entre denuncias de acoso. "Somos revolucionarios hasta en las cuestiones formales", señaló la portavoz de Sumar en rueda de prensa, al ser preguntada por este asunto.

El diputado nombrado es el actual portavoz sustituto de IU en el Congreso, Enrique Santiago, quien fuera una persona de máxima confianza de Yolanda Díaz e histórico negociador ya durante la anterior legislatura de Unidas Podemos. Él sería quien ocuparía la nueva portavocía, pero no sería su único desempeño.

La elección se produce en el marco de las negociaciones que mantienen las distintas fuerzas en la coalición parlamentaria de Sumar, en la que IU ha pedido más protagonismo. El partido de Antonio Maíllo puso sobre la mesa su petición para estar en la comisión de secretos oficiales, pero también disponer de una portavocía adjunta en una reforma más amplia del grupo parlamentario que Martínez Barbero ha emplazado a un futuro próximo. Una petición que se está negociando en el seno de la coalición parlamentaria pero que implicarían el desplazamiento de alguno de los actuales portavoces. La vía que más fuerza tiene es la de apartar a los partidos regionalistas Més y Chunta de la portavocía rotatoria que comparten.

La comisión de secretos oficiales es la más sensible a nivel parlamentaria, y el único órgano legislativo que permite el acceso y el control de la información sobre el gasto gubernamental clasificado, de los secretos oficiales y donde se controla la actividad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este nombramiento debe ser votado por el Pleno del Congreso, que solo hace dos meses eligió finalmente a Errejón para cubrir la vacante que dejó en enero la marcha de Lois, su predecesora.