Congreso

El Gobierno frena la ley del impuesto a la banca ante la negativa de ERC y Bildu a dejar caer el impuesto energético

Los republicanos aseguran que no apoyarán ninguna norma que favorezca a las energéticas

La formación abertzale reclama al Ejecutivo que "reinicie" la negociación ante los vetos cruzados

Gabriel Rufián, ERC. Comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.

Gabriel Rufián, ERC. Comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Madrid

El PSOE se ha visto obligado a echar el freno en la ley que prorroga el impuesto a la banca ante la negativa de ERC a aprobar la norma si esta no incluye también el gravamen a las empresas energéticas. Hace dos semanas, los socialistas acordaron con Junts y el PNV mantener solo el impuesto a los bancos, implementado en 2023 y 2024, y dejar caer el que afecta a las energéticas, algo que no apoyan el resto de socios. Así, el PSOE ha tenido que desconvocar este lunes la comisión de Hacienda en la que se iba a aprobar la norma, antes de enviarla al pleno de la Cámara Baja, porque no tenían asegurado el voto de ERC y de EH Bildu, lo que hubiese supuesto que la ley decayese. Por lo pronto, se han dado de plazo hasta el jueves por la tarde, cuando se volverá a reunir la comisión.

Tras conocerse la desconvocatoria de la comisión, la diputada de ERC Pilar Vallugera ha explicado que el PSOE, tras su pacto con posconvergentes y jeltzales, iba a introducir varias enmiendas en el  proyecto de ley para una fiscalidad mínima de las multinacionales que "favorecen a la banca y a las energéticas". "En la medida en que las incorporaciones a normativas que hagamos sean tendentes a favorecer a la banca y a las energéticas no van a contar con nuestro apoyo y debemos volver a negociar hasta que encontremos un punto de equilibrio", ha subrayado.

Igual de contundentes se ha mostrado EH Bildu. A través de un comunicado, la formación abertzale denuncia el "cruce de acuerdos" entre diferentes partidos que "no cuentan con los apoyos suficientes para poder ser aprobados", en referencia a los pactos con Junts y PNV, pero también al entendimiento entre Sumar y el PSOE anunciado este mismo lunes para establecer una tasa especial a los bienes de lujo y un IVA del 21% para los pisos turísticos a cambio de dejar caer el impuesto a las energéticas.

"Ante los vetos cruzados que existen entre las diferentes fuerzas, y la situación de bloqueo que esta dinámica errónea de negociación", EH Bildu ha solicitado al Gobierno que reinicie la negociación para lograr un "acuerdo amplio, equilibrado y global viable". Eso sí, dejan claro que este pacto debe contener los dos impuestos, el de la banca y el de las energéticas, porque "no existe motivo alguno" para retirarlos. Así, reclaman actuar por encima de "los intereses, advertencias y amenazas lanzadas por algunas empresas energéticas".

El calendario

 El plante de ERC y EH Bildu ante el PSOE era previsible en los últimos días. Amarrar los apoyos de Junts y PNV le costó a los socialistas sacrificar el gravamen que se aplica sobre las empresas energéticas y que, al no alargarse, caducará el próximo 31 de diciembre. El resto de socios parlamentarios rechazaron de plano este acuerdo. Incluso, Sumar, que recordó que en el acuerdo de Gobierno de coalición se recogía la ampliación de este tributo.

Aun así, las negociaciones de los últimos días sí han logrado atraer a Sumar que, este mismo lunes y a la vez que se conocía la desconvocatoria de la comisión, anunció un pacto con el PSOE para establecer una tasa especial a los bienes de lujo y un IVA del 21% para los pisos turísticos a cambio de dejar caer el impuesto a las energéticas. Sin embargo, las conversaciones no han dado tan buenos resultados con ERC y EH Bildu. Fuentes de los republicanos catalanes aseguran que el PSOE no aceptó ninguna de sus enmiendas y que, por tanto, anunciaron su voto en contra.

La intención de los socialistas es continuar las negociaciones hasta el próximo jueves por la tarde, cuando han convocado una nueva reunión de la Comisión de Hacienda. Además, las conversaciones no se pueden ir mucho más allá, ya que la ley debe estar aprobada antes de que termine el año y es necesario tener en cuenta que una vez aprobada en el Congreso la norma se enviará al Senado, donde el PP podrá retenerla hasta 20 días antes de vetarla o hacer las modificaciones que desea. Así, no será hasta la tercera semana de diciembre que el texto regrese al Congreso para su aprobación definitiva, justo al límite del plazo.

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