Robles se incorpora esta tarde a las dos últimas horas y media de la gira del Rey por el Báltico

Felipe VI ha empezado este martes en Riga (Letonia) su última etapa del viaje por los países bálticos, una gira en la que no ha contado con el acompañamiento habitual de algún ministro del Gobierno. El Rey empezó el domingo este viaje volando a Estonia y lo hizo solo. El Ejecutivo había decidido que no enviaba a ningún miembro del Consejo de Ministros y que sería el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro López Calderón, el que iría con él. López Calderón tiene rango administrativo de secretario de Estado, pero no es miembro del Gobierno. Sin embargo, una indisposición de última hora se lo impidió y, al final, el que voló con el Monarca fue Francisco Braco, comandante del mando de operaciones en el exterior. Después de esta vicisitud y de algunos titulares en la prensa, el Ejecutivo rectificó en el último momento y, el domingo, anunció que la ministra de Defensa, Margarita Robles, volaría a Letonia.

Robles se va a incorporar esta tarde justo en el último punto de la agenda del jefe del Estado de este martes, cuando visite a los militares desplegados en la base de Adazi, a 25 kilómetros al noreste de Riga. Van a ser dos horas y media con los 540 españoles del Ejército de Tierra. España aporta a esta base, donde hay otros nueve países colaborando, carros de combate, vehículos de combate de infantería, obuses autopropulsados con radar y el sistema de misiles tierra-aire NASAMS.

Almuerzo en el Castillo de Riga

El Rey ha empezado la jornada en Riga con el Castillo, sede de la presidencia, donde se ha comprobado el contraste de la representatividad de cada país. El presidente, Edgars Rinkevics, ha estado acompañado por la primera ministra, Evika Silina, los ministros de Exteriores y Defensa, y la presidenta del Parlamento, Daiga Mierina.

Después ha ido a hacer una ofrenda al Monumento por la Libertad del pueblo letón y se ha reunido con Mierina en el Parlamento. A mediodía ha vuelto al Castillo de Riga para almorzar con Rinkevics, momento en el que el Monarca ha hecho un breve discurso en el que ha subrayado la necesidad de cooperar militarmente en el marco de la OTAN para fortalecer la seguridad de este flanco oriental ante la amenaza de Rusia.

Después de la comida, el jefe del Estado se trasladará en coche a la base de Adazi, una visita que realizará con Robles. Felipe VI volverá sobre las seis y media de la tarde a Riga para coger el avión hacia España.