Elecciones 23J

Órdago de los barones del PP con Vox: amagan con ir a investiduras sin negociar

Los dirigentes autonómicos se inclinan por hacer que Vox se retrate a menos de dos meses de las generales: "Le hacemos la campaña a Feijóo" | El caso más complejo es el de la Comunidad Valenciana porque Mazón necesita el sí de los ultra y en el PP reconocen que "les intentarán hacer sufrir"

Alberto Núñez Feijóo con los barones tras la junta directiva nacional.

Alberto Núñez Feijóo con los barones tras la junta directiva nacional.

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo almorzó con los líderes autonómicos de su partido tras reunir a la junta directiva nacional este martes en Génova. El mapa de barones con peso dentro del PP ha cambiado de la noche a la mañana, y el encuentro también era una manera de alargar el triunfo de hace apenas dos días que Pedro Sánchez cortó de raíz convocando unas elecciones generales que nadie esperaba.

Antes de esa comida en ‘petit comité’, el discurso del líder a todo el partido fue claro: el éxito del 28 de mayo debe completarse con una victoria rotunda en las elecciones generales. El camino no está hecho ni mucho menos, y la clave estará en si logran mantener a sus electores tan movilizados como en la cita de autonómicas y municipales. Ahora el PP se centra en reajustar estrategias y preparar una campaña inmediata que se antoja como la batalla final.

En medio de todo ello se encuentra el plato fuerte del momento: conformar los futuros gobiernos autonómicos después de que el PP arrasara al PSOE en la mayoría de comunidades. Las sensaciones que expresaron los barones durante su encuentro en Génova coinciden con la postura que viene manteniendo Feijóo: evitar hablar por ahora de los pactos con Vox y seguir peleando por gobiernos en solitario. Hasta el punto, según explican distintos dirigentes autonómicos, que la posición actual implicaría acudir a investiduras sin negociación previa para que el partido ultra se retrate a menos de dos meses de votar.

Cada territorio tiene sus plazos y su propia casuística. Más allá de las mayorías absolutas en la Comunidad de Madrid y La Rioja, hay casos como el de Murcia o Baleares donde Fernando López Miras y Marga Prohens, respectivamente, tienen un resultado superior al de la suma de las izquierdas. Es decir, solo necesitan una abstención de Vox. El partido de Santiago Abascal venía dejando claro que nunca más cederán su apoyo gratis al PP. Entienden que experiencias como la de 2021 con Isabel Díaz Ayuso (permitieron su investidura sin apenas nada a cambio) les han perjudicado.

Pero las cosas ahora, a apenas 50 días de ir a votar en generales, han cambiado. El PP considera que Vox no está en condiciones de “exagerar” en sus planteamientos y que “pasarse de frenada”, por ejemplo, evitando gobiernos del PP que han tenido una victoria tan clara en las urnas, les pasaría factura. A estas autonomías se suma ya el caso de Cantabria, donde un derrotado Miguel Ángel Revilla ya ha puesto a disposición del PP sus votos para evitar depender de Vox. María José Saénz de Buruaga será presidenta sin tener siquiera que hablar con los de Abascal.

El caso valenciano

En el otro grupo de autonomías se encuentran las que más pueden sufrir. La Comunidad Valenciana es quizá el caso más claro. Además de convertirse en la joya de la corona de estas elecciones, Vox tiene 13 diputados (tres más de los que logró en 2019). El PP de Carlos Mazón se hizo con 40 escaños, pero necesariamente debe contar con el sí de los ultra para resultar investido porque la mayoría absoluta está fijada en 50. Eso le deja en una posición de mayor debilidad como reconocen distintos dirigentes del partido, asumiendo que Vox será “especialmente duro” en esta autonomía.

El asunto tiene todavía más enjundia por el candidato ultra, Carlos Flores, sobre el que pesa una condena por violencia machista contra su mujer en 2020. Fuentes del PP no esconden que se trata de una cuestión que “incomoda mucho” a Mazón. La solución más favorable para cualquier negociación sería que ese candidato diera un paso al lado, completan en el PP, aunque desconfían de esa cesión desde Vox. Además, los conservadores creen que está por ver qué es exactamente lo que pide el partido de Abascal: si estar o no en el futuro Govern y con qué peso. En todo caso, el PP valenciano pretende alargar cualquier arranque de conversaciones. Como ya publicó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, la estrategia general de los populares pasa por adormecer la negociación, que el tiempo pase por ahora. 

Y, como añaden algunos barones, cuando llegue el momento (cada Parlamento autonómico tiene un calendario para constituirse), quizá irán a una primera investidura ‘a pecho descubierto’

En Aragón el caso también tiene distintas aristas. La victoria de Jorge Azcón fue rotunda con 28 diputados (la absoluta está en 34). Pero hay otros actores políticos que podrían favorecer su posición, como el PAR o Aragón Existe, con uno y tres diputados respectivamente. Si le dieran el voto afirmativo valdría con la abstención de Vox. Si no logra ningún apoyo alternativo, los ultra tendrían capacidad de exigir más. Pero, hasta cierto punto. “Es muy difícil que eviten que Azcón sea presidente”, comentaban distintos dirigentes ayer en Génova.

En Extremadura, el volantazo de Guillermo Fernández Vara, que anunció su marcha de la política y finalmente ha rectificado y se presentará a una primera investidura, ha dado otro giro a este tablero. La popular María Guardiola, que quedó en segundo lugar por apenas 6.000 votos (hay empate en 28 escaños) tiene claro que aspira a presentarse también. Ahora debería esperar al fracaso de Vara. Eso dilatará los tiempos y, en el fondo, implica alejar todavía más su situación de las elecciones generales. En todo caso, fuentes del núcleo duro de la dirigente extremeña repiten que no tiene ninguna intención de pactar con Vox y que se sometería a la prueba directamente. Como en la Comunidad Valenciana, Guardiola necesita el voto afirmativo de los ultra para ser presidenta, lo que le dificulta las cosas.

En el fondo, es la posición que otros barones creen que debe tener, convencidos de que los electores de la derecha no comprenderán el rechazo de Vox a un nuevo gobierno que expulse a los socialistas por mucho que ellos trasladen la idea de que el PP “pisotea sus votos”. "En el fondo es sacrificarte por hacerle la campaña a Feijóo. Nos interesa ponerles en esa tesitura", zanjan.