Elecciones 28M

Marbella: Un 28M entre sombras de corrupción

La situación política de la alcaldesa y candidata del PP, Ángeles Muñoz, cercada por las dudas sobre el origen de su patrimonio y las investigaciones a su entorno familiar por supuestos delitos de blanqueo y narcotráfico, marcan la cita con las urnas en Marbella

Cuca Gamarra, con Ángeles Muñoz y Patricia Navarro en Marbella.

Cuca Gamarra, con Ángeles Muñoz y Patricia Navarro en Marbella. / L.O.

Marrcel Vidal

La candidata del PP, Ángeles Muñoz, afronta el próximo domingo unas elecciones municipales en Marbella que se han convertido en una de las situaciones políticas más delicadas desde que es alcaldesa. La regidora tratará de renovar en las urnas la mayoría absoluta que logró en 2019 y que evite que posibles pactos postelectorales le priven del cargo, como ocurrió en 2015.

Lo hará, sin embargo, cercada por la polémica situación política en la que se encuentra desde el pasado otoño, marcada por las dudas sobre el origen de su patrimonio, de unos 15 millones de euros y de difícil justificación para una médico de familia; el procesamiento de la Audiencia Nacional contra su entorno familiar más próximo por supuestos delitos de blanqueo de capitales, tráfico de drogas y pertenencia a una organización criminal; o los contratos entre el Ayuntamiento de Marbella y una constructora investigada en la misma causa por lavar dinero.

A ello se suma una investigación que el Senado inició en febrero para tratar de esclarecer la procedencia de sus bienes y que deja en el aire su continuidad como senadora.

En 2023, a diferencia de lo que ha ocurrido en anteriores citas electorales, la oferta política en la derecha y el centro derecha se ha ampliado.

El PP, que durante años ha sido prácticamente la única opción para los votantes de ese espacio ideológico, compite ahora con Vox; un Cs cuyo candidato, Ángel Mora, es una figura conocida en Marbella; y Por Mi Pueblo, liderado por el empresario local Francisco Gómez.

En la otra orilla del espectro ideológico destaca la confluencia que han impulsado IU y Podemos para evitar la dispersión del voto después de que en las elecciones de 2019 concurrieran por separado y no obtuvieran representación municipal.

La oferta progresista la completa el PSOE, cuyo candidato, José Bernal, fue alcalde de Marbella en un gobierno tripartito con OSP IU, entre 2015 y 2017.

Proyectos pendientes

La mejora de los servicios y, especialmente, de los equipamientos públicos es el otro escenario de confrontación electoral en un municipio cuyo estadio de fútbol lleva dos años cerrado ante el riesgo de derrumbe; que carece de una residencia pública de mayores a pesar de que la primera piedra de la obra se puso en 2009; que celebra el reinicio de unas obras de ampliación del Hospital Costa del Sol que han estado doce años paradas; o que es la única ciudad española de más de 150.000 habitantes que carece de conexión férrea.

La candidata del PP destaca que, el 28 de mayo, "Marbella se juega muchísimo". "Es el momento de decidir si queremos mantener el progreso de todos estos años y que sigamos avanzando o retroceder como ya pasó con el tripartito", señala Muñoz.

Por su parte, el PSOE aboga por "un cambio hacia la honestidad" y hace un llamamiento a la "ciudadanía de Marbella, de cualquier ideología, a la gente decente". "Es el momento de que todo el voto que quiera cambio se una a la candidatura que puede hacerlo posible, que es la del PSOE", agrega.

Cs se muestra como la alternativa limpia al PP que hará que Marbella "se desvincule de la corrupción". "Ángel Mora será la persona que termine con esta racha nefasta para Marbella y que Marbella vuelva a estar vinculada al bienestar y la prosperidad", señala.