28-M RADIOGRAFÍA TERRITORIAL / PRENSA IBÉRICA / ARAGÓN (XV)

Los pactos decidirán (otra vez) en Aragón

Javier Lambán (PSOE) y Jorge Azcón (PP) se juegan el mando del Pignatelli en una cita electoral que se prevé más que ajustada y con la incógnita de qué fuerza tendrán los posibles socios de ambos. Teruel Existe emerge como posible juez de una contienda más abierta que nunca

Javier Lambán.

Javier Lambán.

Laura Carnicero

Aragón es tierra de pactos y seguirá siéndolo después del 28M. Si en algo coinciden todas las encuestas publicadas hasta la fecha es en que no hay un vencedor claro de las elecciones autonómicas y en que quien consiga conformar Gobierno lo hará gracias a los apoyos internos o externos que logre. Varios sondeos apuntan a una victoria del PP de Jorge Azcón en número de votos, pero la composición del abanico electoral señala al socialista Javier Lambán como el líder político más capaz de formar un gobierno multipartito, como ya ha hecho en la presente legislatura junto a Podemos, Chunta Aragonesista y el PAR. El PP solo puede mirar a Vox, y está por ver si eso le será suficiente.

La hecatombe de Ciudadanos y la crisis que ha hecho explotar al Partido Aragonés (PAR) dejan en el limbo un granero de 150.000 votos (los sufragios que cosecharon en 2019) y 15 diputados en las Cortes de Aragón. Aunque el PP casi cuenta con arrastrarlos a todos (para eso ha incluido en sus filas a tránsfugas de Cs y del PAR), el socialismo moderado de Lambán también le roba votos al centro e incluso al centro-derecha. Así lo reconoce sin tapujos el actual presidente de Aragón y aspirante a la reelección del PSOE, que incluso les pide el voto a estos electores mientras sigue avanzando en su estrategia de diferenciarse de Pedro Sánchez.

El presidente aragonés aspira a su tercer mandato consecutivo. Es conocido en todo el territorio, un líder consolidado a escala nacional y reconocible entre la vieja guardia del PSOE, uno de esos versos sueltos que ha explotado su oposición al independentismo en Cataluña y que clama en el desierto pidiendo un papel relevante para Aragón en la cogobernanza de España. Las cifras económicas, con un paro por debajo del 9% en Aragón, y de bienestar social, con la comunidad en el podio de las que tienen mejor calidad de vida, avalan su gestión.

Pero no tiene todo hecho. A pesar de los grandes proyectos empresariales, como las de Amazon o Inditex en Aragón, su gestión política deja fracasos sonoros, como el paso de largo de la gigafactoría de baterías, el fiasco de los Juegos Olímpicos con Cataluña y el que le puede restar más votos en el ala izquierda del electorado: la criticada unión de estaciones por Canal Roya que les ha obligado a retractarse en tiempo récord de un proyecto que el PSOE había defendido hasta ahora a capa y espada.

El medio ambiente, con el reto del cambio climático y la gestión del despliegue de las renovables, es una de las batallas que marcará el voto del ala izquierda. Los socios de izquierdas del cuatripartito, Podemos y CHA, que en otros momentos de la legislatura pudieron tragar según qué apuestas (como la ampliación de estaciones por Castanesa), no podían permitirse sellar con su silencio la alteración del paraje natural de Canal Roya.

Izquierda Unida, que en Aragón vuelve a concurrir separado de Podemos, ha hecho de la crítica a la unión de estaciones una de sus principales causas. Con sus denuncias ante Europa arrastró a Podemos y CHA, que desde el Ejecutivo aragonés han intentado también frenar el proyecto por distintos cauces. Finalmente, las alertas desde la DPH (gobernada por el PSOE) por el riesgo de incumplir los plazos y perder más de 26 millones de fondos europeos finiquitaron el proyecto.

Es previsible que estos tres partidos de izquierdas vuelvan a tener representación parlamentaria. Mientras IU y CHA más o menos mantienen su fuerza en el territorio a tenor de las listas electorales presentadas, Podemos tan solo registró 19 candidaturas de los 731 municipios. Una pérdida de músculo que anticipa una merma en sus actuales cinco diputados. El desgaste de la ley del ‘solo sí es sí’, además de la tibieza en algunos asuntos medioambientales, les han restado fuerzas. En Chunta Aragonesista esperan repetir resultado autonómico y recuperar la representación en el Ayuntamiento de Zaragoza, de donde salieron en 2019 por un puñado de votos.

La competencia por el electorado progresista se completa con Teruel Existe, que sigue manteniendo su buscada ambigüedad y vendiendo una “transversalidad” política alejada de las ideologías. Una indefinición a la que tendrán que renunciar en el momento en que elijan socio, que será lo mismo que decidir quién gobierna en la comunidad. Los grandes partidos casi dan por hecho que su candidato, Tomás Guitarte, puede ser el próximo vicepresidente de Aragón. Las malas relaciones que ha mantenido con Javier Lambán y, a su vez, el veto de Teruel Existe a estar en un Gobierno con Vox, deja por ahora en el aire si apoyará al candidato del PSOE o al del PP.

Un PP liderado por Jorge Azcón, el regidor de Zaragoza que lideró la ‘revuelta de los alcaldes’ en plena pandemia ganándose prestigio nacional. Un casadista reconvertido al que nadie tose en Aragón, con un partido compacto a pesar de haber metido en sus listas a los tránsfugas del PAR y de Cs en puestos de salida. Su arriesgada apuesta de dejar el ayuntamiento de la capital teniendo unos altos niveles de popularidad y optar a la Presidencia del Gobierno ante el consolidado Lambán puede convertirle en presidente autonómico o frenar en seco su ascendente trayectoria política.

Los aragoneses decidirán con sus votos antes de que la pericia de los políticos defina el futuro de Aragón con los pactos.