La pugna PP-PSOE se polariza

La polémica por Bildu mantiene “muy abierto” el 28-M: los gobiernos clave, en el aire

El PSOE insiste en que no sufrirán desgaste en las urnas por las candidaturas con etarras y el PP afirma que tendrá incidencia en el voto en muchas autonomías

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes en el Senado, recibe el aplauso de su grupo tras el debate con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes en el Senado, recibe el aplauso de su grupo tras el debate con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. / José Luis Roca

Paloma Esteban / Marisol Hernández

Después de que las listas de EH Bildu hayan capitalizado la primera semana de la campaña del 28-M, y a la espera de comprobar si lo seguirán haciendo en los once días que quedan para votar, la gran incógnita es la incidencia real que la polémica, convertida ya en un terremoto político nacional y también en el País Vasco, va a tener en el voto. No es un asunto menor porque la mayoría de los territorios que deben confirmar si hay cambio de ciclo político en favor del PP o si el PSOE da muestras de resistencia están muy ajustados. Y la bolsa de indecisos o de electores más volátiles, que deciden su voto en los días finales, pueden tener la clave.

Los socialistas están convencidos de que la inclusión de terroristas en las candidaturas de Bildu (la izquierda abertzale anunció la renuncia de los siete con delitos de sangre en un cambio de guion poco habitual en ese partido) no tendrá coste electoral para sus siglas. Pero este asunto les ha descolocado. En Ferraz se percibe inquietud por haberse salido del carril de anuncios y más anuncios. No hay preocupación por el resultado, pero sí enfado porque el PP haya sido ahora quien defina el terreno de juego. 

Las autonomías que cuelgan de un hilo como la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares (esta última ahora menos que hace un mes, según el PSOE) siguen igual: pendientes de que se alcance la suma del bloque progresista, que sustenta ahora los gobiernos, más allá de que el PP sea la primera fuerza.

En el PP, sin embargo, dan por hecho que esta polémica sí va a tener influencia en algunos electores. Fuentes de la dirección confirman que están testando “desmovilización” en el votante del PSOE, aunque desconocen por ahora si se quedan en la abstención o se decantan por otros partidos. Aún así, en la cúpula conservadora también reconocen que en este momento el escenario sigue “muy abierto”, dando por hecho, eso sí, que buena parte de las autonomías y capitales de provincia tendrán al PP como “claro vencedor” la noche electoral. Los gobiernos que consigan posteriormente siguen sin estar claros.

Tranquilidad en el PSOE

La convicción de que las listas de Bildu no salpican al PSOE por el hecho de haber sido uno de sus más firmes apoyos parlamentarios esta legislatura la defienden también en los territorios. Ni en Extremadura ni en Castilla-La Mancha perciben que esto les haga daño. Tampoco en la Comunidad Valenciana. En Andalucía, donde no hay elecciones autonómicas, solo municipales, sí admiten que tiene más efecto porque se instala un marco netamente nacional que dificulta a los alcaldes hablar de su gestión. 

Los tracking (sondeos diarios que realizan los partidos) que se manejan en Valencia, la autonomía más anhelada por el PP por su peso político y demográfico, apuntan incluso a una mejora de sus expectativas desde el viernes pasado. Con toda la cautela, porque aún no hay nada ganado, sus datos reflejan que el bloque de la izquierda está por delante de la suma de populares y Vox. Allí, fuentes del partido dan el asunto por liquidado tras el paso atrás de los abertzales.

En Castilla-La Mancha sostienen también que en sus tracking "están subiendo" y siguen reflejando que Emiliano García-Page conserva la mayoría absoluta que necesita para mantenerse al frente del Gobierno. En esta región rechazan que esta polémica pueda impactar en su electorado por dos motivos. Uno, porque Page es el barón que más ha combatido los pactos de Sánchez con Bildu y ERC. Y dos, porque reafirmó su postura este mismo domingo delante del propio presidente del Gobierno en el mitin que ambos compartieron en Puertollano (Ciudad Real). "Yo con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina", aseguró.

En cuanto a Extremadura, fuentes territoriales descartan que afecte porque "ETA no está en las preocupaciones de la gente". Sí admiten que "moviliza al electorado del PP y sobre todo al de Vox". Pero este tipo de votantes, explican, "ya está híper ventilando, casi cerca del síncope". Estas fuentes mantienen que "al PP le ha fallado toda estrategia que ha emprendido". "Sólo queda ETA, Bildu, Venezuela; ya ni siquiera Cataluña". Pero lo que no saben, añaden, "es que esto a quien beneficia es a Vox". Este razonamiento lo defienden en Ferraz y en otras regiones.

En la Comunidad Valenciana, la ultraderecha ha subido un punto en apenas cuatro días. Los socialistas subrayan que eso erosiona al PP porque el trasvase es 'intrabloques'. Los espacios de la izquierda y la derecha están ya "muy definidos". Pero un fortalecimiento de Vox el 28-M les hará muy productivos a la hora de obtener representación.

Los socialistas no quieren entrar, por ahora, en estas vicisitudes a la espera de comprobar cómo avanzan sus sondeos, pero el sentimiento más extendido es que ETA o Bildu no van a decantar gobiernos. Creen que es asunto "amortizado", que sólo "contribuye a la polarización" y a la "agresividad de los discursos". Ferraz se mantiene en que salvo La Rioja, que ahora sí ven que lo pierden, ningún otro ejecutivo autonómico va a caer.

Y optimismo en el PP

La sensación dentro del PP es otra. Los dos partidos muestran una seguridad incompatible que será testada en muy pocos días. Pero en este momento, los conservadores mantienen la confianza de que serán el partido más votado “por bastante diferencia”. Y, en ese sentido, consideran que los electores en muchas comunidades terminarán penalizando los pactos de Sánchez.

Cada día las sensaciones son distintas, pero el PP sigue viendo “muy probable” hacerse con el Gobierno valenciano, igual que ya dan por segura la alcaldía de Valencia. Aragón está abierto por la fragmentación de partidos, pero consideran, a diferencia de los socialistas, que es un territorio, como el de Castilla-La Mancha y Extremadura, donde lo de Bildu “afecta, y mucho”. Hasta el punto de que insisten en que el 28-M “se podrían producir sorpresas” que afectan a los barones más alejados con Sánchez. “Pueden pagar ellos las consecuencias”, zanjan.

Madrid y Murcia están aseguradas, pero sus presidentes se medirán también en si llegan o rozan la mayoría absoluta. Isabel Díaz Ayuso ha entrado de lleno en la campaña nacional, hasta el punto de ser la única dirigente del partido que, como Vox, ha planteado la ilegalización del partido de Arnaldo Otegi. Los servicios jurídicos del PP han analizado la ley electoral y la de partidos hasta el milímetro y no ven posible ese paso. La pugna en la derecha no es asunto menor porque aunque el PP afirma que no pierde voto hacia Vox, la realidad es que los de Santiago Abascal mantienen el relato más contundente y consideran estar rentabilizando su posición.

Feijoo.

Feijóo. / Gabriel Luengas

La estrategia está clara y Feijóo le dará continuidad como demostró la proposición registrada en el Congreso para que todos los partidos voten sobre un cordón sanitario a Bildu antes de que se constituyan los ayuntamientos. Dirigentes de alto nivel aseguran que sus los tracking que manejan ya muestran ese “desgaste” por unas alianzas que aunque el Gobierno daba por “asumidas”, ahora “han traspasado todas las líneas rojas”

“Aunque el votante sepa que Bildu lleva apoyando a Sánchez toda la legislatura, lo de incluir a asesinos en candidaturas es otro nivel. Con eso nadie puede tragar fácilmente”, afirman, comparando la situación con la ley del ‘sólo sí es sí’ por ser una cuestión “que trasciende la ideología” y apela a cuestiones “morales”. Para Feijóo el debate con Sánchez en el Senado ha sido un punto de inflexión. En la cúpula del PP consideran que el PSOE actual “no podría haber firmado el pacto antiterrorista de 2002” ni haber trabajado conjuntamente con el otro gran partido en España.