Estrategia del año electoral

Feijóo apuesta por la suma de liderazgos y potencia las marcas propias de Ayuso y Moreno

La convivencia de los distintos líderes de peso se consolida bajo la presidencia de Feijóo a pesar de las diferencias y los matices constantes. En Génova tienen claro que la única manera de llegar a Moncloa pasa por que cada líder autonómico haga su papel en el mes de mayo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. / Europa Press

Paloma Esteban

Distintos líderes y distintos mensajes para llegar a todos los espectros. Cumplido el año de presidencia al frente del PP de Alberto Núñez Feijóo, la convivencia con los otros liderazgos de peso se consolida. Sobresalen dos fuera de toda duda: Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno. La primera es el gran referente político y cultural de la derecha actual; y el segundo, afianzado por una mayoría histórica en Andalucía y con un estilo muy distinto, el considerado delfín natural de Feijóo. Las dos almas del partido.

La profunda crisis interna que atravesó el PP hace poco más de un año y el protagonismo que tuvo Ayuso en ella, en lo que fue una demostración de fuerza entre las bases sin parangón, puso a prueba la autonomía que el dirigente gallego siempre dijo que garantizaría a los territorios cuando alcanzara la presidencia. 

Las distintas comunidades, especialmente las que afrontan elecciones, sus equipos de campaña y los dirigentes con más peso, confirman que ha sido así. Tampoco en Génova esconden su posición: la estrategia pasa necesariamente por esa suma de liderazgos como única opción para alcanzar la Moncloa en las generales de diciembre.

Mayo se presenta como una cita crucial pero, sobre todo, dicen en el entorno de Feijóo, como la primera parada antes de la batalla electoral de fin de año. 

Las diferencias en el tono y en las formas de los principales dirigentes del PP (con algunas excepciones, bastante pensadas y medidas) son evidentes. Incluso constantes. Pero el PP nacional niega cualquier malestar al respecto: si hay victoria en las urnas será “porque Ayuso gana a su manera en Madrid, Juanma reedita los éxitos en Andalucía, López Miras se confirma en Murcia y así en cada autonomía”, zanjan.

La realidad es que tanto Ayuso como Moreno acumulan distintos momentos críticos en los tiempos recientes y Feijóo, no sólo no ha intervenido, sino que ha dado su respaldo dejando en manos de los barones la gestión. El andaluz ha arrebatado en las últimas semanas la oposición al Gobierno central que normalmente recae en la madrileña. Todo a causa del conflicto en torno al Parque Natural de Doñana

La implicación de Bruselas, con un cruce de graves acusaciones por parte del líder del PP europeo, Manfred Weber, asegurando que el comisario de Medio Ambiente hacía campaña en favor de Sánchez, se ha terminado agravando con miembros del Gobierno andaluz señalando directamente al hijo del ministro Luis Planas, técnico reconocido en ese departamento europeo, de ser quien está detrás de los reproches a la Junta desde la capital belga. Un hecho desmentido este viernes por la propia Comisión Europea.

Feijóo decidió apoyar a Moreno desde el primer momento por un doble motivo: el PP está seguro de estar “haciendo lo correcto” al dar salida a los agricultores de los municipios de la Corona Norte de Doñana que se encuentran en un limbo legal a través de una ley que amplía las hectáreas de regadío, pero también por la amistad que le une al andaluz. Seguirá apoyándole, a pesar de que ha derivado la exposición y la gestión del asunto a Moreno

De hecho, aunque en Génova aseguran que no hay penalización electoral por la polémica en Huelva (más bien, dicen, al contrario), también reconocen que no se trata de un asunto prioritario en el debate nacional, tratando de pasar página. 

Reportaje  Alfonso Fernández-Mañueco junto a Alberto Núñez Feijóo en un acto en Segovia.

Reportaje Alfonso Fernández-Mañueco junto a Alberto Núñez Feijóo en un acto en Segovia. / Nacho Valverde

Ayuso, por su parte, acumula más de una decena de recursos en el Tribunal Constitucional contra decisiones del Gobierno de Sánchez. Estos días ha quedado en un segundo plano por la situación en Andalucía, pero la dirigente madrileña no duda en cada una de sus intervenciones para arremeter contra Sánchez, a sabiendas de que ese es el discurso que mueve a sus electores y que también necesita Feijóo en muchas zonas del resto de España. Ayuso no es Moreno ni tampoco es Feijóo, pero los dos la necesitan. La marca de la madrileña es un arma electoral necesaria para el gallego, pero también para el resto de territorios populares, muy especialmente los colindantes con Madrid. También Moreno ha apoyado recientemente a Ayuso en varios actos en el sur de la región.

En la ley de vivienda que el Gobierno ha conseguido aprobar en el Congreso de la mano de ERC y Bildu, la Comunidad ha jugado un papel crucial. Especialmente a través de la consejera en la materia de Ayuso, Paloma Martín, que también tiene un despacho propio en Génova. Feijóo ha hecho suyas las políticas de Ayuso para confrontar con la norma pactada entre PSOE, Podemos y los independentistas. 

No hace tanto que otro presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, tuvo que lidiar con un apercibimiento del Ejecutivo central. Fue a causa del

que su socio en el Gobierno, Vox, presentó como real y en realidad no llegó a existir. Al menos no hubo un papel por escrito. Fue el mayor choque que protagonizó el presidente de Castilla y León con Sánchez. Justo antes de que estallara la pandemia del coronavirus que dio un vuelco absoluto a la realidad política en España, el Gobierno se había revuelto contra el murciano Fernando López Miras por el pin parental, también una exigencia de Vox.

Precisamente, en un mitin en la ciudad de Segovia este viernes, Feijóo resumía la estrategia que seguirá: “Tenemos un presidente del Gobierno que le hace oposición a todo el mundo. Hasta hace poco le tocó a Mañueco aquí, luego a Ayuso y ahora está entretenido con Juanma Moreno”. La suma de la marca de los barones del PP contra Sánchez y remando en favor de Feijóo.