PRESIDENCIA DE LA UE

España apretará a la UE para impedir cierres de frontera como hace Francia

Pedro Sánchez pondrá como prioridad durante la presidencia española de la UE la reforma del Pacto de Migración y Asilo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / EP

Mario Saavedra, Marisol Hernández

Cuando Pedro Sánchez asuma la presidencia rotatoria de la Unión Europea el próximo mes de julio, pondrá entre sus prioridades la reforma del sistema migratorio común. La de España es una presidencia “de cierre” (la legislatura europea termina en febrero del 2024), y por tanto hay que elegir con cuidado los dosieres a los que se va a prestar atención. El Pacto de Migración y Asilo de la UE será uno de los elegidos, según confirman fuentes del Gobierno. Se busca un reparto justo, previsible y humano de las cargas que suponen los flujos ilegales de personas. Un asunto especialmente sensible en los países de entrada , como España, Italia o Grecia. "Vamos a tratar de impulsarlo todo lo que podamos, aunque sabemos que es complicado", aseguran en el Ejecutivo.

En particular, y dentro de esa reforma, España presionará para que la UE impida el cierre de las fronteras interiores como forma de control de los llamados “movimientos secundarios” de inmigrantes en suelo europeo. En la actualidad, Francia mantiene clausurados nueve de sus pasos fronterizos con España. Realiza controles que van destinados, entre otras cosas, a evitar que los magrebíes que han entrado ilegalmente a España alcancen su destino final en el país galo, donde hay amplias comunidades marroquíes y argelinas, según explican fuentes diplomáticas. El Gobierno de Emmanuel Macron ordenó su cierre al comienzo de la pandemia de Covid como el resto de los 27. Lo permite una excepción en los acuerdos de fronteras abiertas Schengen, de forma temporal. Pero Macron los mantiene cerrados tres años después. Madrid afea a París lo que considera un abuso de una medida que debería estar limitada en el tiempo. 

“Hay diferencias entre Francia y España en la negociación del paquete legislativo de Migración y Asilo. Francia quiere mantener la posibilidad de cerrar sus puntos fronterizos como excepción de las reglas Schengen, y España pide que las condiciones para poder cerrar sean más restrictivas”, explica otra fuente diplomática europea

“Lo hablé con el presidente, y lo que queremos es cerrar un buen pacto, no cerrar por cerrar”, asegura a este diario el eurodiputado socialista Javier Moreno, ponente en las negociaciones de una de las directivas europeas sobre migración. “Una de las cuestiones es la de las fronteras. Si hemos creado el sistema Schengen no es para poder abrirlo y cerrarlo cuando queramos; hay condiciones que se deben respetar”.

Cuotas de inmigrantes

El Pacto de Migración y Asilo es profundamente complejo y divide a los países de la UE. Se intentó sacar adelante en 2018, pero se fracasó. Los países del sur, como Italia, España y Grecia, piden que haya un sistema fiable y transparente de reparto de las cargas que supone inmigración para los países de entrada. España, Italia, Grecia y Malta presentaron en 2020 una propuesta concreta para hacer avanzar un sistema de cuotas. Falta por ver si el nuevo Gobierno de derecha y ultraderecha de Giorgia Meloni en Roma sostiene ese acuerdo o quiere endurecerlo. Otros países, como los bálticos o Países Bajos, se oponen al sistema de cuotas de reparto. En Alemania, hay visiones diferentes entre los verdes y los liberales dentro del Gobierno de coalición. Países como Finlandia proponen un sistema flexible, en el que se compartan las cargas, por ejemplo con mayores contribuciones económicas, pero no necesariamente con cuotas fijas de reparto.

Fuentes de Moncloa confirman que el presidente del Gobierno ya está sondeando a los 27 durante la gira que está realizando por todos los países antes de asumir la presidencia europea para conocer, precisamente, su postura sobre un Pacto de Migración y Asilo. Pero advierten que "la situación ha cambiado mucho" desde el documento elaborado por los países del sur, con "ideas básicas". Al Ejecutivo le sorprendería que Italia lo suscriba ahora punto por punto. Y apuntan incluso a nuevos enfoques, más allá de los problemas a los que se enfrentan los países de entrada como España o la propia Italia, en referencia a que la inmigración supone también un problema de "seguridad", como se evidenció con la oleada de inmigrantes que Marruecos lanzó sobre Ceuta o en la actuación de Bielorrusia que presiona sobre la frontera oriental de la UE, favoreciendo la llegada de extranjeros a Letonia, Lituania y Polonia.

El Gobierno tiene todo esto en la cabeza, de cara a la búsqueda de un acuerdo, y pretende también introducir en el debate una histórica reclamación española que es ayudar a los países de origen para mitigar los flujos migratorios y establecer acuerdos de migración circular, organizada, reglada para trabajar e incluso estudiar, durante un plazo de tiempo. Pero, mientras, el presidente ha sumado aliados como se ha evidenciado en la cumbre hispano-lusa celebrada el martes y miércoles en Lanzarote donde España y Portugal se han comprometido a impulsar una política migratoria común en la UE.

Implicación del Parlamento Europeo

“El acuerdo sobre el Nuevo Pacto de Migración y Asilo es más urgente que nunca y estamos haciendo progresos tangibles”, explican desde la representación de la Comisión en España. “Tenemos una hoja de ruta clara con un compromiso fuerte del Parlamento Europeo y de la presidencia del Consejo… Vamos camino de concluir las negociaciones antes de que termine el actual periodo legislativo en febrero 2024”.

Bruselas pone como ejemplo los avances en las decisiones para avanzar en el sistema de huellas dactilares para solicitantes de asilo (Eurodac) o los progresos a nivel técnico en propuestas legales de migración, como la directiva de residencia a largo plazo y la de permiso único de entrada y trabajo.

Ahora la pelota está en el campo de los colegisladores. El pasado mes de septiembre, el Parlamento Europeo y las presidencias rotatorias del Consejo acordaron una hoja de ruta conjunta para la reforma del Pacto de Migración y Asilo de la UE. Esa hoja de ruta concluirá con la adopción de las propuestas legislativas por el Parlamento y cada uno de los países. Basta con una mayoría cualificada, así que no habrá veto de los países más rocosos con la inmigración. 

Además de las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno, durante la presidencia española se celebrarán por todo el territorio un total de 25 reuniones de ministros (Consulta aquí el calendario provisional de la presidencia española de la UE). 

Del 19 al 21 de julio, los ministros de Interior de la UE se reunirán en Logroño el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior (JAI), que elabora políticas de cooperación y comunes sobre diferentes cuestiones transfronterizas, “con la finalidad de crear un espacio de libertad, seguridad y justicia en toda la UE”. La traca final de la presidencia será en una cumbre de líderes en la Alhambra de Granada el 6 de octubre. Allí, y a unas semanas de las elecciones si todo sigue su curso previsible, Pedro Sánchez podría cobrarse el rédito de haber conseguido lanzar el Pacto de Migración y Asilo. O pagar el precio político de no haberlo conseguido.