Sin candidatos

Vox se desangra en Andalucía por las peleas con Madrid: "¿Y si la culpa no fue de Olona?"

La dimisión de los líderes en Córdoba y Cádiz pone en entredicho las decisiones de la dirección nacional del partido ultra, bajo la acusación de poner y quitar candidatos sin tener en cuenta el trabajo realizado durante los últimos años

Santiago Abascal.

Santiago Abascal.

Isabel Morillo

“Crisis cero”. Chimpún. Le faltó decir al diputado de Vox, Javier Cortés, cuando esta semana se le preguntó por las dimisiones de los líderes del partido en Córdoba y Cádiz. La explicación oficial es que no dimiten sino que dan un paso al lado para asumir otras responsabilidades. “Créame que sé bien de lo que hablo”, añadió el presidente de Vox Andalucía y de Vox Sevilla, una persona con hilo directo con la cúpula de Santiago Abascal. La versión de quienes dan un portazo nada tiene que ver. El desencadenante en ambos casos es el enfrentamiento con la dirección nacional de Vox, que desde Madrid pone y quita candidatos sin tener en cuenta el trabajo realizado en los últimos años.

Una de las razones que empujó a Macarena Olona a dimitir de su escaño el pasado julio y que ahora ha ido desvelando en las entrevistas que concede desmontando a Vox. Ella misma ha admitido públicamente que no le dejaron ni siquiera participar en el diseño de la campaña. "Desde las elecciones andaluzas, se filtraron desde Vox mentiras para hacerme responsable del fracaso de expectativas que tuvimos. Yo no formaba parte del equipo de campaña, que estaba en Madrid", desveló en el programa de Jordi Évole. Los críticos de Vox en Andalucía, la mayoría fuera del partido, señalan que en la próxima cita con las urnas se verá que el problema no fue la candidata. “¿Y si la culpa no fue de Olona?”, apunta en forma de pregunta retórica un exconcejal que concurrió con Vox en 2019.

Es una dinámica general en un partido con una férrea estructura jerárquica, sin arraigo en el territorio y con una marca nacional por encima de todo. Para Vox no es ningún problema, aseguran en sus filas, que la mayoría de los concejales que se presentaron en las anteriores municipales se hayan ido al grupo de no adscritos de sus ayuntamientos o hayan directamente abandonado el partido. No les preocupa asentar bases en los territorios más allá de Madrid. Lo llamativo, admiten personas que conocen de cerca la vida interna del partido, es que “a veces se elige un candidato y se defenestra a otro que llevaba meses trabajándose el territorio por un tuit que cae en gracia en Madrid”. En Andalucía se han registrado en dos semanas las dimisiones de los presidentes provinciales en Córdoba, Alejandro Hernández, y en Cádiz, José Ortells.

La estrategia viene marcada por el convencimiento de que los únicos votos de Vox los consigue Santiago Abascal, así que da igual el candidato en municipales. Los críticos del partido han desvelado un mensaje de Whatsapp desde Madrid para reclutar perfiles que permita elevar el número de municipios andaluces en los que concurrirá en las municipales. Otra cosa llamativa es la lentitud con la que Vox está designando a sus candidatos en Andalucía. Aún no han desvelado en cuántos de los 785 municipios concurrirán en mayo. Solo está claro que lo harán en las ocho capitales.

Desplome de las expectativas

Andalucía fue el lugar donde Vox alcanzó por primera vez las instituciones, en 2018, cuando se hizo con 12 diputados. Tras un pacto de investidura con PP y Cs, en las siguientes autonómicas de 2022, con Macarena Olona como candidata, alcanzó 14 diputados. Pese al crecimiento, Vox se convirtió en una fuerza irrelevante ante un PP con una sólida mayoría absoluta y el resultado se leyó como un fracaso por quedar muy lejos de las expectativas, que rondaban en el propio partido los 20 diputados y un Gobierno de coalición con el PP como en Castilla y León.

Además, respecto a las pasadas generales, Vox fue desplazada por el PP en los 21 municipios en los que había sido primera fuerza. Ni en Algeciras (Cádiz) el segundo municipio más grande que ganó en España, donde aún todavía no hay candidatos por las crisis internas, ni en el que había sido su fortín andaluz, el Poniente almeriense, con emblemas como El Ejido, Níjar, Roquetas de Mar o Adra, Olona logró mantenerse en el primer puesto en las autonómicas. Cayeron al segundo e incluso a la tercera posición. 

Ahora, las municipales, pondrán de nuevo a prueba al partido de extrema derecha a seis meses de las generales previstas a final de año. La brecha entre PP y Vox en Andalucía se agrandó de forma muy importante en las autonómicas. Ese 19-J, el PP se llevó el 43,13% de los votos y Vox el 13,46%. En las generales de noviembre de 2019, tres años antes, Vox ganó al PP en cuatro provincias, Almería, Cádiz, Huelva y Sevilla y quedaron prácticamente empatados en Andalucía en porcentaje de votos, con un 20,78% para el PP y 20,61% para Vox y apenas 7.000 votos de diferencia.

Las dimisiones en Vox en la antesala de las municipales no son nada nuevo. La marcha de Olona pusieron el foco en la agitada vida interna del partido de extrema derecha pero ya llevaba años en Andalucía de enfrentamientos y purgas. En el Parlamento andaluz se han relevado cuatro portavoces y el primer candidato, el juez en excedencia Francisco Serrano, se apartó por su investigación en un fraude de ayudas públicas de 2,4 millones de euros. En El Ejido, el feudo donde tocó techo electoral, su candidato acabó expulsado. En Granada, otra de las provincias que ha arrojado mejores resultados para el partido en Andalucía, han sido foco de enfrentamientos y pulsos internos que han acabado con muchos protagonistas expulsados del partido y apartados y su presidente dimitido. Granada sumó cinco presidentes de Vox en siete años. En el penúltimo capítulo el partido fue condenado por amañar las primarias en esta provincia con una multa de 72.000 euros. El que era presidente de Vox en Granada, Manuel Martín, el mismo que inscribió en su casa a Macarena Olona en Salobreña, fue acusado por otro aspirante de vulnerar sus derechos.