Ciudadanos

Edmundo Bal no tira la toalla y seguirá con la batalla ideológica en el Congreso

El proceso interno evidencia una fractura total y concede a Bal casi el 40% de los apoyos entre la afiliación

Edmundo Bal.

Edmundo Bal. / EP

Paloma Esteban

Las primarias de Ciudadanos, lejos de resolver por ahora la cruda batalla interna vivida en las últimas semanas, mantienen la fractura del partido casi en dos mitades. La balear Patricia Guasp es la nueva líder política junto al eurodiputado Adrián Vázquez, que ejercerá de secretario general. Esa lista es la llamada oficialista porque tiene el apoyo de los principales pesos pesados de la formación, como Inés Arrimadas y Begoña Villacís. Sin embargo, Edmundo Bal se hizo casi con el 40% de los afiliados que votaron, lo que le permitirá, reconocen en su entorno, exigir el peso que considere dentro del partido.

No es un asunto menor porque el abogado del Estado, erigido como la principal voz crítica contra la presidenta saliente, controla la mayoría del grupo parlamentario en el Congreso, que en este momento es el principal escaparate (casi único) de Ciudadanos. Como aseguran personas que apoyaron a Bal en las primarias, “el problema lo tiene la lista ganadora”, que tendrá que gestionar una victoria con muchos frentes abiertos. 

Y algunos están dentro del propio grupo en la Cámara Baja, donde en lo que queda de legislatura pueden producirse nuevos choques ideológicos. Ocurrió con la ‘ley trans’ recientemente y en algunos otros debates como la ‘ley del solo sí es sí’. Próximamente llegará la votación de la modificación de la ley mordaza que el Gobierno quiere impulsar y tiene comprometida con sus socios. Pueden volver a surgir discrepancias. 

En el entorno de Bal aseguran que Arrimadas y su único apoyo en el Congreso, el diputado malagueño Guillermo Díaz, están cerrados en banda a apoyar “cualquiera cosa” que proponga el Ejecutivo, frente al posicionamiento del resto de los parlamentarios, que entienden que hay que estudiar “caso por caso” y que la función de Ciudadanos “no puede ser votar todo con el PP porque sí”.

No es un asunto menor porque Bal tiene fuerza suficiente como para hacer prosperar de forma mayoritaria sus postulados aunque Arrimadas mantenga la portavocía principal del Congreso, como hará. Es, además, el acuerdo al que llegó con la candidatura oficialista para dar un paso atrás en el liderazgo y respaldarla.

En el partido contaban con que Guasp y Vázquez tendrían un respaldo superior en las primarias, que llegara al 60% al menos. Y no fue así. Quedaron primeros con el 53% de los votos sorprendiendo a muchos dirigentes, tal y como reconocen a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, por la fuerza demostrada por Bal dada su relativa soledad. El número dos del portavoz adjunto en el Congreso es Santiago Saura, concejal del Ayuntamiento de Madrid, y las siguientes en su candidatura son las diputadas Sara Giménez y Mari Carmen Martínez. Ninguno de ellos tiene un alto grado de conocimiento, por lo que en la formación asumen que el tirón que casi roza el 40% de los apoyos responde casi en exclusiva al abogado del Estado.

Bal hizo ademán de enviar un mensaje conciliador tras la derrota pero, al mismo tiempo, quiso recordar a los ganadores que “no se puede despreciar al 47% del partido (en referencia a la suma de su lista y la tercera, que también era crítica con el continuismo, y con la que comparte muchas de las cuestiones planteadas). 

Esa declaración de intenciones fue respondida por Guasp pidiendo “respeto” para la nueva líder, que dijo, “que soy yo”. Está por ver la convivencia de las dos corrientes a partir de ahora y la primera prueba es la asamblea general de este mismo fin de semana donde quedará ratificada la nueva ejecutiva con los nuevos estatutos del partido. En ese cónclave en Madrid se reunirán todos los dirigentes del partido en activo.

“Mantendremos nuestro discurso”

Lo que tiene claro Bal es que no dejará de dar la batalla. A la confirmación de que sigue teniendo en la cabeza presentarse a las primarias de la candidatura a las generales cuando se celebren por mucho que haya perdido las primarias se suma ahora el propósito, dicen en su entorno más cercano, de “seguir defendiendo el discurso y las ideas” de su candidatura frente a la nueva dirección.

El abogado del Estado asume que serán los nuevos líderes quienes decidirán sobre su futuro papel y el del resto de diputados (si deciden hacer cambios en el Congreso), pero también ha quedado claro que su lista se va a reivindicar como una corriente propia, que no se callará y que seguirá dando la batalla ideológica desde el grupo parlamentario.