AUDIENCIA NACIONAL

El juez envía a prisión a las mujeres de yihadistas repatriadas de Siria tras su declaración en la Audiencia Nacional

El fiscal Carlos Bautista había instado a que se suspendiera la patria potestad de Yolanda Martínez y de Luna Fernández respecto de los menores a su cargo

Un campo de prisioneros de Siria.

Un campo de prisioneros de Siria.

Cristina Gallardo

El juez Santiago Pedraz ha decretado el ingreso en prisión de Yolanda Martínez y de Luna Fernández, las mujeres de yihadistas repatriadas de Siria, tras su declaración en la Audiencia Nacional. El fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista había solicitado este miércoles el ingreso preventivo en prisión de las dos mujeres españolas, que tenían varios menores a su cargo que han sido repatriadas desde el campo de prisoneros de Al Roj, en Siria

Tras escuchar su declaración ante el juez Santiago Pedraz, el representante del Ministerio Público encuentra indicios de que han podido cometer delito de integración en banda terrorista, según fuentes fiscales consultadas por El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica y también insta a que se suspenda la patria potestad respecto de sus hijos. Yolanda llegó a España con sus cuatro niños, mientras que Luna lo hizo con un total de 9 menores a su cargo.

Las mujeres, que se habrían casado con hombres que viajaron a Siria a hacer la Yihad, fueron detenidas tras su llegada a nuestro país en cumplimiento de las órdenes dictadas contra ellas en Septiembre de 2019 por el Juzgado Central de Instrucción número 5. En total se emitieron cuatro órdenes contra tres españolas --una de ellas no ha podido ser localizada--y una tercera mujer marroquí que estaban en los campos de Al Hol y Al Roj en Siria, país al que viajaron para enrolarse en las filas del Estado Islámico, después de que expresaran su voluntad de regresar a España. 

El Gobierno anunció en noviembre pasado su intención de repatriarlas, y en la operación desarrollada este lunes han intervenido varios ministerios y se ha contado con apoyo de Estados Unidos. Su retorno se considera la única solución humanitaria frente a la situación que todas ellas y los menores sufrían en los campos situados al noroeste de siria, donde sobreviven más de 50.000 personas, la mayoría de ellas menores.