Cinco meses después de su dimisión, Mónica Oltra ha vuelto a un acto público. Lo ha hecho como protagonista, hablando de desigualdades, cargando contra las oligarquías y ante los suyos, los más cercanos. Entre estos, su sucesora, Aitana Mas, atenta en segunda fila y recibiendo menciones directas. "Vicepresidenta, muchas gracias por acompañarme en este acto", le ha dicho Oltra al comenzar.

Mas ha sido el cargo más destacado de Compromís en un evento en el que las ausencias han brillado. Nadie más allá de cargos de Iniciativa, como el coportavoz del partido del que forma parte Oltra, Alberto Ibáñez, y altos cargos de la conselleria que dirigía la exvicepresidenta. La siempre abstracta cercanía política a la que fuera lideresa de la coalición valencianista hasta junio se ha podido definir en un solo vistazo a la sala.

Un fuerte aplauso de los presentes ha precedido su intervención, un recibimiento que ha emocionado a Oltra. La ex lideresa de Compromís ha elegido Ca Revolta, espacio de referencia de la izquierda valenciana de la que es socia, para su vuelta. La sala ha estado llena con alrededor de un centenar de personas y aunque ha jugado en casa, ha contado con el reproche sobre su gestión en la conselleria. "Tengo los mismos problemas que en 2011", le ha criticado una trabajadora social entre el público. "Las cifras la desmienten", ha respondido Oltra.

Mas arropa a Oltra en su regreso. A.G.

Hasta allí ha llegado a pie, junto a su núcleo irreductible: el mencionado Ibáñez, el que fuera su jefe de gabinete, Miquel Real, y la directora general de Infancia, Rosa Molero. Abrazos, besos y muestras de cariño antes de sentarse y comenzar a hablar. Ya ante los micrófonos y el público presente, Oltra ha demostrado seguir en plena forma pese a la inactividad de cinco meses en la que ha estado alejada de cualquier foco público. Y eso que ha hablado de su etapa política en pasado: "Cuando estaba activa en política partidista...", ha dicho.

Apenas dos hojas abiertas de una libreta de medio folio le han servido para hilar un discurso de media hora directo, cercano, entre anécdotas personales, toques de humor, reivindicación de su gestión y críticas al capitalismo, la oligarquía, el Íbex 35... Su discurso ha incidido en los que "roban de verdad con guante blanco", que el "capitalismo mata" o que las desigualdades existen "porque son necesarias para que la oligarquía siga siendo oligarquía".

Y hasta ha lanzado mensajes velados a sus socios del PSPV. Por ejemplo, en la ampliación del Puerto de Valencia, de actualidad tras el último informe de aval a su reforma por parte del Ministerio de Transición Ecológica, en manos de los socialistas. "En la ampliación del Puerto, que me ha venido así a la mente, vamos a tirar hormigón, mucho hormigón, mucho hormigón, y eso ¿para qué? ¿qué va a mejorar la vida de la gente que vive aquí?", ha expresado.