Fernando Rebón, que fue gerente del área de seguridad en la circulación de la zona noroeste de Adif, ha considerado este jueves que una mayor señalización en la vía en la que descarriló el Alvia hubiese servido de “poco” puesto que el maquinista Francisco José Garzón Amo circuló “fuera de la realidad” durante un minuto y medio.

Durante su testifical en el juicio por el accidente, Rebón ha señalado que él no conocía el informe de un jefe de maquinistas en el que reclamaba una mejor señalización para la vía, aunque luego fue sabedor del texto en el que “lo que le preocupaba no era tanto la situación en la curva sino el cambio en una zona de transición que podía exigir del maquinista un plus de atención”.

Señalización

En todo caso, “en las condiciones en que circulaba" la señalización hubiera "servido de poco", ha insistido el cargo de Adif, que advirtió que ha remarcado que Amo es “un profesional de la conducción, no va de paseo".

Sobre la advertencia, ha apostillado que el cauce para trasladarla no fue el correcto en tanto que “un buen profesional si entiende que hay un riesgo, hubiera llamado a otras puertas” para que lo atendieran.

A su juicio, el modo adecuado de dar la advertencia hubiese sido a través de las comisiones mixtas de seguridad entre Renfe y Adif que, según otro testigo en la causa, suprimió el exdirector de Seguridad en la Circulación del Adif, Andrés Cortabitarte, uno de los acusados en el juicio del Alvia.

En todo caso, Rebón ha asegurado que la eliminación del sistema ERTMS en esta vía fue un procedimiento “correcto” porque daba fallos y “algo que no funciona no se puede poner en servicio hasta que no se identifique y se corrija".

Por tanto, ha sostenido que el sistema Asfa era el adecuado pese a que “ayuda hasta donde ayuda y el maquinista lo sabe desde el primer día".

"Siempre hay riesgos"

A su parecer, “en seguridad siempre hay riesgos” y “desde el momento que se está poniendo a circular un tren se están asumiendo riesgos. Lo importante es que estén controlados”.

También ha insistido en que durante la conducción no se permitía el uso de “ningún teléfono móvil”, tampoco del corporativo, ya que se “considera un elemento de distracción” por lo que la recomendación era hacer uso de la radiotelefonía de la que disponen los trenes.

Dos son los acusados en este caso, el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y Andrés Cortabitarte, en su momento responsable de la seguridad en la circulación de Adif.